Ministerios
Este espíritu continúa moldeando lo que los jesuitas hacen como sacerdotes
Compañeros en una misión de Reconciliación y de Justicia
Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos encomendó el ministerio de la reconciliación.
La Congregación General 36 expresa bien nuestra misión:
A lo largo de nuestra preparación para esta Congregación, como cuerpo universal con una misión universal, hemos escuchado relatos sobre las escandalosas formas de sufrimiento e injusticia que padecen millones de hermanos y hermanas nuestros. Al reflexionar sobre todo ello escuchamos a Cristo que nos convoca de nuevo a realizar un servicio de justicia y de paz, sirviendo a los pobres y excluidos, y ayudando a construir la paz.
La reconciliación es hoy el clamor más fuerte de la humanidad
Los jesuitas trabajamos junto a nuestros colaboradores para ayudar a las personas a reconciliarse consigo mismas, con Dios y con la creación. De hecho, la reconciliación ha sido un tema desde los orígenes de la Compañía de Jesús, cuando uno de los textos fundamentales hablaba de “reconciliar a los distanciados”.
Los jesuitas siempre han trabajado para tratar de subsanar las divisiones, siguiendo el ejemplo del mismo Jesucristo.