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Marcos 10, 17-31. El joven rico
Jesús lo miró con amor y añadió: “Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.”
El Sínodo sobre la Juventud habló de la contribución de los jóvenes:
“A través de ellos ha resonado en el Sínodo la voz de toda una generación. Caminando con ellos, peregrinos a la tumba de Pedro, hemos experimentado que la cercanía crea las condiciones para que la Iglesia sea un espacio de diálogo y testimonio de fraternidad que fascine. La fuerza de esta experiencia supera toda fatiga y debilidad. El Señor sigue repitiéndonos: ‘No temáis, yo estoy con vosotros’.”
Oración de los jóvenes
Señor, aquí estoy otra vez ante ti
Para pedirte que me perdones
Si en algo te he ofendido,
Olvidándome de cuanto me quieres,
Sin pensar que siempre me estas viendo.
Perdón Jesús.
Gracias porque siempre estas aquí conmigo
Para escucharme y perdonarme.
Te pido por los jóvenes, que como yo,
A veces no sabemos valorar
Cuanto nos das sin merecerlo.
Te pido sabiduría y entendimiento
Para poder comprender cual es tu voluntad.
Te pido que los jóvenes de hoy sigan tu camino,
Como estoy tratando de seguirlo yo,
Para que mañana que seamos adultos
Seamos mejores personas y agradarte más,
Gracias señor por la juventud
Y la alegría que nos da tu amor,
Que es la gasolina que prende nuestro corazón.
Eres la luz en la obscuridad,
Eres lo más grande y bello que puede existir.
Y cuando estoy así tan en confianza contigo,
Ya no tengo ganas de pecar más,
Ayúdame a quererte más, a creerte más,
Que este amor que ahora siento por ti
No se apague jamás.
Amen.
Oración antes de un examen
¡Señor, voy a rendir un examen
dame paz, ven conmigo!
Concédeme la simplicidad y la alegría
de cosechar el fruto de las semillas que plante
en las largas horas de silencio y estudio.
Que el examen sea la ofrenda del esfuerzo
de estudiar cada día en medio de
mis alegrías, soledades y preocupaciones.
¡Que no haya orgullo cuando sepa mucho
ni miedo a recordar lo que aprendí!
No te pido milagros, solo la lucidez
que dinamice y de fuerzas a mi corazón.
Quédate señor a mi lado, tú que
más de una vez fuiste puesto a prueba.
¡Concede que quienes han de examinarme,
sean razonables y justos con todos los que
vamos a rendir, tengan Paciencia y Paz!
¡Señor, mi Dios, escúchame y Ayúdame!
¡Ven espíritu Santo, ilumíname
y líbrame de todo temor Amen!