La visita a Flandes del P. Arturo Sosa, Superior General, nos ha dado la oportunidad de conocer algunos proyectos y compromisos originales de los jesuitas de la Región ELC (European Low Countries). En Lovaina, donde, desde hace mucho tiempo, los jesuitas están implicados en la Universidad Católica (KU Leuven), la Compañía de Jesús, junto con colaboradores no jesuitas muy comprometidos, ha iniciado el proyecto IntelSoc. Nos reunimos con dos jesuitas, Leo De Weerdt (LDW) y Jacques Haers (JH), para que nos lo expliquen.

¿De dónde viene el proyecto IntelSoc? ¿A qué necesidad responde?

LDW: El proyecto pretende que los jesuitas activos en el apostolado intelectual colaboren más estrechamente con los compañeros y colaboradores activos en el apostolado social. A nivel académico, el objetivo es el estudio crítico de los modelos de detención carcelaria y de su impacto sobre la sociedad actual.

La experiencia de los jesuitas y nuestros colaboradores que trabajan en estas áreas es considerable. A nivel pastoral, siempre ha habido jesuitas capellanes de prisión en Flandes y Valonia. Por otro lado, tenemos al JRS-Bélgica y su equipo, trabajando en centros de detención de migrantes, donde visitan a los solicitantes de asilo. El JRS Bélgica también está especializado en el tema de prisiones.

Con IntelSoc, la Región ELC también quiere dar un testimonio aún más visible de la presencia y del compromiso social, pastoral y científico de los jesuitas en Lovaina. Para ello, también hemos abierto una nueva comunidad internacional, llamada “Pierre Favre”, que acoge a jesuitas de los cuatro puntos cardinales.

¿Qué vínculos pueden establecerse entre este proyecto y las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús?

JH: La inspiración es ciertamente el compromiso apostólico de Dios mismo al servicio de los más pobres. Esperamos que una reflexión espiritual acompañe el proyecto. En nuestro mundo secularizado, nos permitirá redescubrir un lenguaje que hable de Dios y de la relación con Dios y que permita el compromiso en el mundo. Ese lenguaje se inspirará de la dinámica de los Ejercicios Espirituales (Preferencia 1).

El objetivo del proyecto es hacer hincapié en la solidaridad concreta con los excluidos (presos, refugiados y migrantes), aunque el compromiso aún debe precisarse. En el lado positivo, el proyecto pretende dotar a las personas excluidas de unos instrumentos intelectuales interdisciplinares que ofrezcan un marco de interpretación de la exclusión (Preferencia 2).

En el contexto universitario, el proyecto estimula la formación de los jóvenes al servicio de los más desfavorecidos, en su reflexión intelectual y en su compromiso solidario. El proyecto también responde a una petición explícita de algunos jóvenes y se inscribe por tanto en el proyecto de la universidad llamado Leuven-Engage (Preferencia 3).

El cuidado de la Casa Común inspira la esperanza en un mundo sostenible. Esa sostenibilidad no se reduce a un esfuerzo ecológico, sino que requiere la construcción de un mundo solidario en respuesta a la creación en peligro en nuestro mundo. El proyecto hace hincapié en el esfuerzo de comunión donde los más pobres son los vectores de la sostenibilidad (Preferencia 4).

LDW: Las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús juegan un papel crucial: en definitiva, el Padre General exige una atención especial para los pobres, especialmente para con los vulnerables y los marginados. Ello se aplica ciertamente, en Bélgica, a los reclusos de nuestras prisiones y a las personas desplazadas que han agotado todos los recursos legales y que son rechazadas y marginadas en nuestra sociedad belga.

¿Qué puede aprender la Compañía de Jesús de los jóvenes universitarios de hoy?

JH: Los jóvenes de hoy ya no han vivido la secularización agresiva y más bien sienten una sed de dimensión espiritual (trascendencia, sentido de pertenencia totalizante y holística a la creación) en sus vidas. Podemos aprender de ellos el dinamismo para desarrollar y ofrecer la dimensión espiritual de forma reflexiva (y evitar un clericalismo fácil que puede que resulte atractivo para muchos jóvenes...). Numerosos estudiantes tienen el sentido de un mundo sostenible que puede inspirarnos.

LDW: Aunque algunos describen a esta generación de estudiantes como individualista y poco comprometida, muchos muestran un interés genuino por cuestiones como el sistema penitenciario y un deseo de realizar un trabajo social significativo al servicio de los demás.

¿Y en conclusión?

JH: Estoy profundamente convencido de la importancia de las ideas clave de IntelSoc: un enfoque que vincula y combina la inserción concreta y la reflexión intelectual. Da una visión holística del ser humano y de la creación. Es una convicción que ha ido creciendo en mí a partir de mis intereses intelectuales y teológicos, así como de mis experiencias de la realidad, especialmente las experiencias de reconciliación, por ejemplo, en contextos de conflicto.

LDW: Como jesuita, había dicho a mi superior provincial que quería comprometerme al servicio de los pobres, de los pequeños, de los heridos de la vida, a ejemplo de Jesús. Este deseo era una respuesta al deseo que había descubierto en mí durante mi formación como jesuita. La pastoral penitenciaria de los jesuitas cuenta con un amplio pasado. A lo largo de la historia, las personas encarceladas han sido generalmente los miembros más despreciados, temidos y olvidados en cualquier sociedad. En la experiencia más reciente de la Compañía, los jesuitas y sus colegas que visitan a los que están en prisión o en centros de detención de migrantes han comprobado que ello encarna la opción por los pobres que la Compañía ha adoptado. Los presos no sólo están en lo más bajo de la escala social, sino que, además, su situación rara vez atrae la simpatía.