Beato Giovanni Fausti

El P. Giovanni Fausti, de nacionalidad italiana, es uno de los 38 mártires albaneses perseguidos por el régimen comunista entre 1945 y 1973 y beatificados por el Papa Francisco el 5 de noviembre de 2016. Otros dos jesuitas, el P. Daniel Dajani y el Hno. Gjon Pantalija, ambos albaneses, también forman parte de este grupo de beatos.

Giovanni Fausti nació en Brozzo, provincia de Brescia, el 19 de octubre de 1899. Ingresó muy joven en el seminario diocesano y fue ordenado sacerdote en 1922. En 1924 entró en la Compañía de Jesús. De 1929 a 1932, pasó su primer periodo en Albania, donde enseñó filosofía en Escutari. De 1933 a 1942 regresó a Italia por motivos de salud. Después fue enviado a Escutari como rector del seminario. En Albania, fue pionero del diálogo cristiano-musulmán. Fue capaz de “salir” de sí mismo y de su propio mundo para encontrar en el Otro la clave de una aventura destinada a un futuro notable: una forma de ver que sería propuesta por la declaración conciliar Nostra Aetate, 50 años más tarde, por los encuentros interreligiosos de Asís.

Establecido en Tirana, donde se comprometió a defender y ayudar a italianos y albaneses, cristianos y musulmanes, se vio envuelto en la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. La situación se agravó aún más cuando, a finales de 1944, los alemanes se retiraron y los partisanos comunistas tomaron el poder, cometiendo todo tipo de abusos contra los católicos. Acosaron especialmente a los obispos, los franciscanos y los jesuitas, estos últimos porque contribuían a la formación cultural de las clases dirigentes del país educando a los jóvenes. Confiados en la prudencia del P. Giovanni, los superiores le nombraron viceprovincial de los jesuitas en Albania en mayo de 1945.

La noche del 31 de diciembre de 1945 fue detenido. El P. Giovanni fue incomunicado durante dos meses y posteriormente torturado. La acusación no probada contra él y sus coacusados era que eran traidores políticos a la nación, serviles a los Occidentales y espías del Vaticano. Cada vez que tenía que ir de la cárcel al tribunal, el padre Giovanni era duramente insultado.

El 22 de febrero de 1946 lo condenan a muerte por fusilamiento. Al amanecer del 4 de marzo, seis condenados fueron conducidos al cementerio católico de Shkodra, donde iban a ser ejecutados. A las 6 en punto, los soldados recibieron la orden de fusilarlos. El padre Giovanni pronunció sus últimas palabras: “Estoy contento de morir cumpliendo con mi deber. Saluden en mi nombre a mis compañeros jesuitas, a los diáconos, a los sacerdotes y al arzobispo”. El grito común de los condenados fue: “¡Viva Cristo Rey, viva Albania!”

Fuentes: gesuiti.it; Vatican Insider

Lea (en italiano): Roma. L’attualità di padre Fausti, martire d’Albania, sul dialogo Islamocristiano