San Andrés Bobola

San Andrés Bobola

Andrés Bobola

San

  • Death: 05/16/1657
  • Nationality (place of birth): Polonia

Andrés Bobola (Andrzej Bobola, 1597-1657) entregó su vida durante el conflicto entre católicos y ortodoxos que surgió como parte de la guerra entre Polonia y Rusia en el siglo XVII. Los cosacos, enemigos de la actitud de ‘defensa de los católicos’ que habían adoptado los jesuitas, asesinaron a Bobola, pero no lograron quebrar su confiada entrega a la Iglesia.

Había nacido en el sur de Polonia en el seno de una familia de la baja nobleza. Estudió en un colegio de jesuitas y ya en 1611 entró en el noviciado. Tras estudiar filosofía y teología en Vilna, le destinaron como pastor a la iglesia que la Compañía tenía en Nesvizh, donde hizo muchos conversos. Después de dos años allí, volvió a Vilna donde permaneció 16 años, llegando a ser conocido por su predicación y por la fundación de congregaciones cuyos miembros visitaban prisioneros y enseñaban el catecismo a los niños. En dos ocasiones en que Vilna fue azotada por la peste, tanto él como los congregantes se comportaron heroicamente.

En 1630 se trasladó a Bobruisk, al este de Polonia, donde la mayoría eran ortodoxos y donde muchos católicos habían abandonado la fe, en parte porque no tenían ni sacerdotes propios ni iglesias. Bobola desarrolló una serie de trabajos en varias poblaciones, hasta que su frágil salud comenzó a limitarle. Entonces volvió a Vilna.

El tratado de la Unión de Brest-Litovsk (1596) había sido un intento de resolver el conflicto entre Las Iglesias Ortodoxa y Católica y de hacer posible su convivencia. Desgraciadamente algunos ortodoxos unieron sus fuerzas con el jefe cosaco Bogdan Chmielnicki, partidario de expulsar a los católicos, y que en 1655 había conseguido controlar amplias zonas de los que hoy es Bielorusia. Al mismo tiempo Rusia y Polonia estaban en guerra. El 8 de agosto de 1655 el ejército del zar marchó sobre Vilna y saqueó la ciudad. Bobola se dirigió a Pinsk para ayudar a los católicos a mantenerse firmes, pero el éxito que tuvo logró sólo acrecentar el conflicto. El pueblo acosaba a los jesuitas por las calles. Dos años más tarde los cosacos ocuparon Pinsk y obligaron a los polacos y los católicos a refugiarse en el bosque. Acto seguido atacaron Janów, aniquilando a católicos y judíos. Bobola se encontraba en una población vecina, y algunos dijeron a los cosacos dónde podían encontrarle.

Primero intentaron hacer que Bobola abandonase su religión, pero cuando rehusó le desnudaron y amarrándole a una valla le flagelaron con crueldad. Burlándose de su fe le pusieron una corona de espinas en la cabeza y le arrastraron hasta el lugar de ejecución, el comercio de un carnicero. Como se negó de nuevo a apostatar le colocaron sobre la tabla de la carnicería y comenzaron a torturarle cruelmente. Le arrancaban la piel del pecho y la espalda, abriéndole agujeros en las palmas de las manos. La tortura se prolongó dos horas, hasta que alguien le clavó un punzón en el corazón. Entonces le levantaron colgando de los pies atados y le remataron con un golpe de sable.

Acababa de morir cuando llegó a Janów una partida de polacos con el vano propósito de rescatarle. Llevaron su cuerpo a Pinsk y lo colocaron en la cripta bajo la iglesia de la Compañía. Más tarde su cuerpo fue trasladado a un museo de Moscú, para no volver a Polonia hasta 1923.

Originalmente compilado y editado por: Tom Rochford, SJ Traducción: Luis López-Yarto, SJ