San Bernardino Realino

San Bernardino Realino

Bernardino Realino

San

  • Death: 07/02/1616
  • Nationality (place of birth): Italia

Bernardino Realino (1530-1616) Casi toda su vida en la Compañía transcurrió como la de un humilde cura párroco, tras haber renunciado a una brillante carrera como abogado. Nacido cerca de Módena en Italia, el 1 de diciembre de 1530, comenzó estudios de filosofía y medicina, pero dio un giro al poco tiempo porque pensaba que ser abogado le procuraría mayor promoción personal y más riqueza. Sus conexiones familiares le permitieron ser alcalde de Felizzano a la edad de 26 años. El puesto llevaba consigo actuar como juez. Al final de un primer período la gente, reconociendo su honradez, pidió que volviera a ser nombrado. A éste siguieron otros cargos, hasta que el marqués de Pescara lo tomó a su cargo para que fuese alcalde de Castelleone.

A pesar de su éxito, Realino halló los honores humanos menos atractivos de lo que esperaba y comenzó a dar su dinero a los pobres. En 1564 el marqués le nombró superintendente de sus estados del Reino de Nápoles. En agosto del mismo año encontró dos novicios jesuitas y se enteró de que hacía poco la Compañía de Jesús había llegado a Nápoles. El sermón de un predicador jesuita le conmovió profundamente e hizo que le pidiera oírle en confesión. El jesuita reconoció la inclinación religiosa de Realino y le pidió que hiciera ocho días de ejercicios. Fue grande la paz que Realino experimentó, e incluso tuvo una visión de nuestra Señora que le impulsaba a entrar en la Compañía. El abogado se presentó sin tardanza al provincial, que aceptó su entrada en el noviciado el día 13 de octubre de 1564.

Al comienzo Realino pidió ser hermano, pero los superiores le indicaron que debía ordenarse. Habían pasado sólo siete meses después de sus primeros votos cuando fue ordenado el 24 de mayo de 1567. Poco después el P. General Francisco de Borja le nombró maestro de novicios de Nápoles, cuando aún estudiaba teología. Su prudencia y buen sentido suplían lo que le faltaba de formación. Comenzó también el trabajo pastoral que habría de durar hasta el fin de sus días. Predicaba y enseñaba el catecismo, visitaba a los esclavos en las galeras del puerto de Nápoles y escuchaba confesiones.

En 1574 fue destinado a Lecce en la Apulia, para explorar la posibilidad de abrir allí una casa y un colegio de la Compañía. La respuesta de la gente fue entusiasta y Realino comenzó una actividad pastoral en Lecce que había de durar 42 años: predicación, confesiones, dirección espiritual al clero, visitas a los enfermos y presos y charlas en conventos y monasterios. Siete veces recibió la orden de trasladarse a Nápoles o a Roma, pero cada vez que estaba ya a punto de dejar la ciudad sucedía algo misterioso que se lo impedía, fuera que una súbita fiebre exigía reposo o que las condiciones meteorológicas se hiciesen impracticables. Los superiores decidieron cesar en sus intentos de trasladarlo.

Año tras año Realino había consagrado su vida a la cura pastoral. En 1583 dio comienzo a una congregación para sacerdotes diocesanos para fomentar las virtudes específicamente sacerdotales y mejorar su teología moral y su calidad como confesores. La gente de la ciudad correspondía con su cariño, especialmente cuando el santo jesuita cayó en su última enfermedad el mes de junio de 1616. Las autoridades de Lecce llegaron hasta su lecho pidiéndole que fuera su patrón celestial, pero ya no podía hablar y tuvieron que interpretar sus gestos como que aceptaba seguir protegiendo a los moradores de esa ciudad.

Originalmente compilado y editado por: Tom Rochford, SJ

Traducción: Luis López-Yarto, SJ