Los mártires de Sri Lanka
El domingo de Pascua de 2019, Sri Lanka fue asediada por una serie de atentados terroristas que causaron 253 muertos y más de 500 heridos. Entre los objetivos se encontraban cuatro hoteles, una casa de huéspedes, una casa privada y tres iglesias cristianas. La gran mayoría de las muertes ocurrieron en las iglesias católicas de San Antonio y San Sebastián, donde casi 200 personas sucumbieron a sus heridas, y en la iglesia protestante de Sión en Batticaloa, donde 28 personas perdieron la vida.
Fue el primer ataque terrorista en suelo de Sri Lanka desde el final de su guerra civil en 2009 y los días posteriores al bombardeo han estado llenos de confusión, ira y gran tristeza. Con unos cristianos que representan sólo el 6,1% de la población de Sri Lanka, y con amenazas contra la comunidad cristiana, acompañadas de medidas enérgicas del gobierno contra la libertad religiosa de los cristianos, las bombas golpearon a una comunidad que ya se tambaleaba bajo una cadena constante de persecuciones.
Al servicio de la pequeña comunidad cristiana hay 106 sacerdotes, hermanos y escolares jesuitas repartidos por toda la Provincia, incluidos los distritos de Batticaloa y Colombo. Estos jesuitas no sólo fueron los primeros en responder a los bombardeos y en consolar a las víctimas del atentado terrorista, sino también a sus amigos y familiares. Mientras el miedo se apoderaba de la región y la comunidad cristiana intentaba reconciliarse con la violencia, el Rev. P. Dexter Gray SJ, Superior Provincial de los Jesuitas de la Provincia de Sri Lanka, habló con tono desafiante contra aquellos que buscan intimidar a los fieles cristianos.
“Rechazamos cualquier forma de extremismo y defendemos la libertad de religión y el derecho a un culto seguro. Colectivamente, debemos encontrar la voluntad y la manera de poner fin a esta violencia. Para nuestros hermanos cristianos nuestro mensaje es este: Jesús no acusó ni maldijo a los que le infligían un dolor cruel. Desde la cruz sólo oró para que se les perdonara por lo que estaban haciendo... No debemos perder la esperanza de que Él nos conceda la paz incluso en medio de este dolor y esta crisis nacional porque dijo que la paz que Él da no es el tipo de paz que da el mundo".
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