“La fuerza del cuidado: mujeres, economía y la trata de personas”
8ª Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas
8 de febrero: fiesta litúrgica de Santa Josefina Bakhita, religiosa sudanesa que, de niña, tuvo la dramática experiencia de ser víctima de la trata de personas. Una vez más, las asociaciones de Superiores de las Congregaciones religiosas femeninas y masculinas promueven una jornada de reflexión sobre este fenómeno social, bastante a menudo oculto u olvidado, que es la trata de personas.
El tema de este año es: La fuerza del cuidado: mujeres, economía, trata de personas. Se propone una reflexión sobre cómo la economía de mercado contribuye a la trata de seres humanos, subrayando que el 72% de las víctimas de este flagelo son mujeres y niñas. También se nos invita a tomar conciencia de que una posible vía de salida es la promoción de toda acción que tenga como objetivo el “cuidado” del otro.
Se
nos recuerda que “la trata de personas es una de las heridas más profundas
infligidas por el sistema económico actual. Heridas que afectan a todas las
dimensiones de la vida, personal y comunitaria. La pandemia actual ha
incrementado el “business” de la
trata de personas y ha exacerbado su dolor: ha fomentado las oportunidades y
los mecanismos socioeconómicos que dan lugar a esta lacra y ha aumentado las
situaciones de vulnerabilidad que han implicado a las personas más expuestas y,
de forma desproporcionada, a las mujeres y las niñas, especialmente penalizadas
por el modelo económico dominante”.
En este contexto, y ante el fracaso de los modelos económicos explotadores, las mujeres están llamadas a desempeñar un papel protagonista como agentes de cambio, para crear un sistema económico basado en el respeto a las personas y a la Casa Común, que implique a todos. Cuidar es una forma de vida y es la forma de amar de Jesús, como propone la parábola del buen samaritano (Lc 10, 25-37), recogida por el Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti. Cuidar para transformar la relación con la naturaleza, las relaciones sociales y económicas, muy a menudo basadas en la competencia agresiva, que ahoga toda forma de cooperación y de respeto a la dignidad humana.
Traigamos
a nuestra memoria las palabras del Papa en la inauguración de esta Jornada
Mundial de Oración: ”Aliento a todos los que se comprometen a ayudar a los
hombres, mujeres y niños víctimas de la esclavitud, de la explotación y de los
abusos, que son considerados como instrumentos de trabajo o de placer y que a
menudo son torturados y mutilados. Espero que quienes tienen responsabilidades de
gobierno hagan todo lo posible por erradicar las causas de esta vergonzosa
plaga, una plaga indigna de una sociedad civilizada. Que cada uno de nosotros
se sienta comprometido a ser portavoz de nuestros hermanos y hermanas cuya
dignidad ha sido humillada.”
La Red Talita Kum, que se dedica específicamente a atender a las personas afectadas por la explotación, coordina el evento en asociación con algunos dicasterios del Vaticano (la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y la Pontificia Academia de las Ciencias)
La fuerza del cuidado...
Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas