Presente y futuro en la JCAP… sigue
La Asamblea de Superiores Mayores de la Conferencia Jesuita de Asia-Pacífico prosigue en Chiang Mai, Tailandia, hasta el 4 de febrero. Merecen nuestra atención tres puntos del programa de la reunión: El informe del Presidente de la JCAP, P. Antonio Moreno (PHI), las presentaciones que hicieron los Presidentes de otras tres Conferencias que participan en la reunión y el discernimiento sobre el que será próximo Presidente de la JCAP, ya que Tony Moreno llega al final de su mandato.
El
informe del Presidente muestra una Conferencia ya plenamente recuperada del
impacto y los retrasos que sufría como efecto de la pandemia de COVID-19. Durante
más de dos años las severas restricciones a viajar y las dificultades para hacer
reuniones habían limitado las actividades conjuntas de la Compañía y de sus
colaboradores en Asia-Pacífico, pero desde julio de 2022 el ritmo de los
encuentros se ha acelerado considerablemente.
Tony Moreno destacó en primer lugar las actividades relacionadas con el diálogo interreligioso. Quizá sea ésta la región del mundo donde la Compañía está más intensamente implicada en este tema. En primer lugar, parece urgente el diálogo con el mundo musulmán. Con ese espíritu se ha celebrado en la ciudad de Marawi, capital de la provincia de Lanao del Sur, en la isla de Mindanao, una reunión del Asia Pacific Theological Encounter Programme. En ese lugar un grupo vinculado al Estado Islámico había entrado en conflicto directo y sangriento con el ejército filipino. La reunión contó con la participación a distancia de jesuitas de Pakistán e Indonesia. Y, más importante aún, el tema de la reunión consistió en buscar el enriquecimiento mutuo que puede darse entre el Islam y la espiritualidad ignaciana.
El otro ámbito de diálogo interreligioso es el del budismo, ya que buena parte de la población de la región pertenece a esta tradición religiosa. En un taller on line, los participantes reflexionaron sobre qué significado tiene la misión cristiana en un contexto de experiencias y colaboraciones con miembros de otras tradiciones religiosas. La Red ISN (Ignatian Spirituality Network) ha incluido también el diálogo con el islam y el budismo en su primera reunión tras la pandemia.
El Presidente
puso especial énfasis al hablar de la atención que presta la Conferencia a
Myanmar, en plena crisis política, marcada por la violencia, desde febrero de
2021. A lo largo de esta semana los Superiores Mayores tuvieron ocasión de examinar
algunas de las peticiones de ayuda que llegan a la Conferencia. Suelen proceder
de países con especiales dificultades, como Myanmar y Camboya. Timor Oriental y
Pakistán han sido objeto de especial atención: Los Superiores Mayores han
buscado formas de apoyar la presencia y la vitalidad de la Compañía en estas
regiones “fronterizas”.
La excepcional presencia como invitados de los Presidentes de tres Conferencias (Franck Janin de Europa; Agbonkhianmeghe Orobator de África/Madagascar y Brian Paulson de Canadá/Estados Unidos) ha hecho posible que los Superiores de Asia-Pacífico den a conocer mejor su propia región. Aunque existen significativas y obvias diferencias entre los contextos en los que opera la Compañía de Jesús en Europa, África o Norteamérica, cuando los comparamos con la situación geopolítica, económica y religiosa de las Provincias jesuitas de Asia-Pacífico, los Superiores Mayores siempre aprenden mucho de la experiencia que tienen los jesuitas de otros lugares. Por ejemplo, la disminución de las vocaciones y, por tanto, del número de jesuitas en Europa ha dado lugar a un difícil ejercicio de discernimiento y desapego. Ha fomentado asimismo la integración de un mayor número de seglares en el funcionamiento de nuestras obras y ha favorecido que se dejen ciertas responsabilidades en manos de otros. Son vías que podrían servir de inspiración a la región de Asia-Pacífico, que ya se enfrenta y se enfrentará sin duda en el futuro, a los mismos tipos de retos.
África
vive una experiencia muy diferente. En primer lugar, es la única Conferencia
cuyo número de miembros aumenta. En segundo lugar, hay que ser conscientes de
la gran diversidad cultural que experimentan los jesuitas africanos aún en
formación. El futuro de la JCAM, según el Presidente Orobator, se caracteriza
por su horizonte apostólico: trabajo en red, fortalecimiento del liderazgo,
deseo de hacer una mayor oferta a la Compañía universal. Una iniciativa
importante: la Conferencia ha decidido también apoyar a la Iglesia de África,
respaldando así el proceso sinodal.
Brian Paulson, de la JCCU, ha animado mucho a los Superiores Mayores de Asia-Pacífico a que piensen la importancia que tiene la reconfiguración de las Provincias de la Compañía que se está dando en el mundo. El paso de 12 a 5 Provincias en Canadá y EE.UU. ha abierto grandes oportunidades de colaboración. Es ahora cuando los Provinciales de la nueva Conferencia (JCCU) pueden realmente trabajar juntos para hacer frente a las necesidades de la Compañía universal. Mencionó además la evolución positiva que está experimentando la misión de la Compañía en las universidades de su Conferencia, gracias a un proceso de evaluación de la vigencia de las señas de identidad de la educación ignaciana en nuestras instituciones. No ocultó los problemas internos que existen, en concreto cierta polarización política y eclesial y las tensiones en torno a cuestiones como la inmigración y la justicia racial.
Hemos
de notar, por fin, que los jesuitas reunidos en Chiang Mai tienen que poner en
marcha los procedimientos habituales de la Compañía para evaluar y discernir,
con la ayuda del Espíritu Santo, los nombres de aquellos jesuitas que podrían
ser propuestos al Padre General para el nombramiento del próximo presidente de
la JCAP.