Viernes 7 de junio, Fiesta del Corazón de Jesús
En la tradición católica, mientras que mayo es conocido como “el mes de María”, junio está dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Desde el siglo XVII, cuando el padre Claude de la Colombière recibió la misión de promover esta devoción, basada esencialmente en el amor y la misericordia de Jesús, los jesuitas han sostenido esta tradición y la han adaptado a los lugares y a los tiempos.
En esta fiesta del Sagrado Corazón, el 7 de junio, pero durante todo el mes, he aquí una oración que puede ayudarnos a sentir el amor de Jesús por nosotros y por el mundo.
Señor, tu mereces todo honor y gloria,
porque tu amor es perfecto
y Tu Corazón es sublime.
Mi corazón se desborda de gratitud
por todas las bendiciones
y gracias que me has dado
y los cuales amo.
Siempre a tu servicio,
que siempre este yo atento
y nunca considere ganado
los regalos de tu misericordia
y amor que fluyen
tan libre y generosamente de
Tu Sagrado Corazón.
Corazón de Jesús, te adoro.
Corazón de Jesús, te venero.
Corazón de Jesús, te agradezco.
Corazón de Jesús, te amo por siempre.
[Fuente: www.Churchpop.com]
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“La Compañía de Jesús no puede existir si su corazón no está en sintonía con el corazón de Jesús. Somos un grupo humano “con corazón”, es decir, sensible, capaz de ser movido y agitado por diferentes vientos. Somos un cuerpo llamado a discernir...”
Dirigirse al Corazón de Jesús en la oración es responder a su amor mostrando nuestro propio amor por Él y por todo lo que Él aprecia. En el mes de junio, estamos especialmente invitados a invocar al Sagrado Corazón.
El P. Arturo Sosa, Superior General de los jesuitas, ha clausurado, el domingo 31 de julio, el Año Ignaciano, con el que la Compañía de Jesús ha conmemorado el 500 aniversario de la conversión de Ignacio de Loyola. Y lo ha hecho con una invitación a “comprometerse con generosidad en el servicio a los demás, con una entrega total”.
La renovación de la consagración de la Compañía de Jesús al Corazón de Jesús nos invita a reflexionar sobre la importancia de la devoción al Sagrado Corazón en nuestras vidas.
Concluir el Año Ignaciano, pero al mismo tiempo no cortar la corriente de gracia que ha estado fluyendo en los corazones desde mayo de 2021. Para ello -y especialmente para los jesuitas- un gesto, que une palabras y símbolos, ha sido elegido por el Padre General: la consagración de la Compañía al Corazón de Jesús.
