Encontrar a Dios en la agricultura
Por Dieng Karnedi, SJ | Provincia
de Indonesia
[De la publicación “Jesuitas 2024 - La Compañía de Jesús en el mundo”]
La agricultura conecta a las personas con Dios a la vez que las forma medioambientalmente. Este es el fundamento del Kursus Pertanian Taman Tani (KPTT) Agricultural Center, dirigido por los jesuitas, en Java Central, Indonesia.
«El objetivo último de la agricultura no es el cultivo de las cosechas, sino el cultivo y la perfección del ser humano», dijo Masanobu Fukuoka, agricultor japonés y promotor de la «agricultura natural». En realidad, la agricultura es algo fácil. Se puede aprender y practicar. Sin embargo, si el propio agricultor no tiene la actitud adecuada, si no se esfuerza por ser «un ser humano cultivado y perfecto», los resultados y las repercusiones de la agricultura pueden ser perjudiciales para los demás.
En el Centro Agrícola KPTT llevamos 58 años dedicados
a la agricultura y hemos descubierto que a través de ella llegamos a algo
espiritual, ecológico y eminentemente formativo. Estos aspectos están
interconectados y son complementarios.
La agricultura nos conecta con Dios
Somos un internado y un centro de día dirigido por jesuitas que enseña agricultura ecológica. Nos sentimos consolados y satisfechos cuando reflexionamos junto con los alumnos, los participantes en nuestras sesiones y los visitantes sobre el significado de las actividades de nuestro centro. Una pregunta sencilla que siempre les hacemos es: ¿cuáles son sus sentimientos tras participar en los cursos, las prácticas o incluso simplemente tras su breve viaje al KPTT? Sorprendentemente quizás, el sentimiento más dominante es la alegría de poder conocer y experimentar concretamente nuestro proyecto de formación agrícola.
También cabe destacar un sentimiento adicional: es una sensación de afirmación de la importancia de la agricultura y una inspiración para dedicarse a la agricultura y amarla aún más que antes. Los participantes en nuestras sesiones están encantados de presenciar y participar directamente en el crecimiento de los diversos productos básicos que han plantado, desde la semilla hasta la germinación, la fase de crecimiento, la fase de floración y la fase de fructificación.
Un proceso asombroso comienza a partir de una pequeña semilla que crece hasta convertirse en una gran planta que produce tallos, hojas, semillas y frutos. Y pueden ver que todas estas partes de las plantas proporcionan alimentos y diversos productos para la gente.
Creemos que las actividades agrícolas están conectadas
con Dios, que sigue trabajando en nosotros y nos hace sentir alegría y asombro;
una forma en que Dios nos motiva en nuestra vida diaria. Los teólogos han dicho
que la espiritualidad es algo que te conecta con Dios. Para nosotros, la
agricultura es un encuentro espiritual que nos conecta con Dios. Lo que hacemos
puede llamarse «encontrar a Dios en la agricultura».
Un suelo sano para una vida sana
Uno de los cursos de agricultura que ofrecemos trata sobre la preparación de un suelo sano para nuestra vida sana. Este movimiento se inició a nivel mundial en 2015. El suelo es fundamental en la agricultura. En el suelo pueden crecer diversos tipos de plantas y hortalizas y satisfacer las necesidades de los hombres y mujeres de la Tierra. Por eso nos preguntamos, ¿qué ocurre si el suelo está contaminado y dañado medioambientalmente? Por supuesto, lo que cultivemos y consumamos contribuirá a ampliar la contaminación y los daños medioambientales.
Transmitir la importancia de proteger el suelo como
base ecológica del medio ambiente a los niños de educación infantil y a los
jóvenes que participaron en nuestro curso de agricultura es a la vez
emocionante y un reto. Somos conscientes de que, para algunas personas, el
suelo se considera sucio, incluso repugnante. Cuando vemos estas reacciones, no
nos desanimamos. Al contrario, nos sentimos motivados para desmontar esa
creencia. Por ello, organizamos diversas actividades agrícolas para acercar a
niños y adultos a la tierra. Por ejemplo, algunas partes del curso incluyen la
preparación de compost, así como la plantación de hortalizas directamente en la
tierra. Es una actividad importante para sentar las bases de la conciencia
ecológica.
Formación de jóvenes
Hoy en día, existen numerosas formas de difundir la Buena Nueva. Una de ellas es la agricultura. Es un canal interesante para proclamar la Buena Nueva, sobre todo a los jóvenes. Como nosotros, ellos saben que el mundo se enfrenta actualmente a una crisis alimentaria y energética. Este desafío es una oportunidad para que hablemos y prediquemos sobre la conciencia ecológica implicando concretamente a los jóvenes en la plantación de productos agrícolas y en su cuidado.
También nos sentimos felices de que un proyecto
agrícola pueda ser una oportunidad para que los jesuitas caminen juntos con los
jóvenes. El año pasado, tras la pandemia, más de 1.600 jóvenes acudieron al
KPTT para realizar cursos de agricultura, prácticas y visitas. Algunos de ellos
expresaron directamente su nuevo interés por la agricultura y decidieron
estudiar y trabajar en la agricultura, una forma de construir su futuro. Este
es nuestro papel como educadores jesuitas: acompañar, educar y orientar sus
vidas en una dirección positiva. Al mismo tiempo, a través de la evaluación y
la reflexión, también tenemos la oportunidad de orientarles para que encuentren
su camino hacia Dios.