Beato Miguel Nagashima

Beato Miguel Nagashima

Miguel Nagashima

Beato

  • Death: 12/25/1628
  • Nationality (place of birth): Japón

Miguel Nagashima (1583-1628) llevó durante muchos años vida de devota laico antes de hacerse hermano jesuita. Cuando ya el cristianismo estaba prohibido dio hospitalidad a dos jesuitas, e invitó a más de uno a su casa para que recibiera los sacramentos y apoyo espiritual. Cuando las autoridades por fin lo capturaron, tuvo que padecer horribles torturas, pero se mantuvo fiel a su fe. Los padres de Nagashima no eran cristianos, pero a la edad de 11 años fue bautizado por el P. Juan Bautista Baeza. Más tarde haría voto privado de castidad y viviría una vida devota vida de oración y penitencia.

Cuando el decreto contra los misioneros extranjeros convirtió en insostenibles las comunidades de la Compañía, Nagashima invitó al P. Baeza a vivir en su casa. El P. Baeza se alojó con él a lo largo de 12 años, y a su muerte Nagashima dio cobijo a otro jesuita. De noche solía traer cristianos para que vieran a los padres y recibieran los sacramentos. El alguna fecha de 1627 fue admitido en la Compañía. Las autoridades sospecharon de él, y le pusieron en arresto domiciliario durante un año, lo cual no alteró su serena vida de devoción. La tranquilidad se acabó sin embargo cuando se produjo su negativa a aportar leña, como era costumbre en Nagasaki, para una ejecución que se iba a celebrar. Al que recogía la leña, que llamó a su casa el día 3 de septiembre de 1628, le dijo que no estaba dispuesto a participar en la muerte injusta de un ministro de Dios. Sus palabras fueron llevadas hasta el gobernador, que hizo arrestar, poner en prisión y confiscar los bienes del hermano Nagashima, que soportó una serie terrible de torturas en un intento de hacerle renunciar a su fe. Primero le desnudaron y le apalearon, Luego le aplicaron la tortura del agua: le amordazaron y, usando embudos, le introdujeron gran cantidad de agua por la nariz, saltando luego los soldados sobre su vientre hinchado. Cuando la tortura había sido ya repetida varias veces, condujeron a Nagashima a las aguas sulfurosas de Unzen, donde un volcán extinguido había dejado pozas de agua hirviendo en los cráteres. Le volvieron a someter a la tortura del agua, para luego meterle en tres pozas diferentes, de profundidad cada vez mayor, de modo que en la última el agua, a enorme temperatura, le llegaba al cuello. Cuando le sacaron no se tenía en pie y su cuerpo era todo él una llaga, con los huesos a la vista en algunas partes. Lo dejaron a la intemperie en el frío de aquella noche de diciembre, para volver temprano la mañana siguiente. Como no podía andar tuvieron que traer el agua caliente hasta donde yacía en el suelo y se la echaron por encima. Aguantó el tormento dos horas sin decir palabra, excepto los nombres de Jesús y de María, hasta finalmente morir el día en que el mundo cristiano celebra el nacimiento del Salvador al que él no había querido negar.

Mártires de Japón

Originalmente compilado y editado por: Tom Rochford, SJ

Traducción: Luis López-Yarto, SJ