Beato Rodolfo Acquaviva

Beato Rodolfo Acquaviva

Rodolfo Acquaviva

Beato

  • Death: 07/25/1583
  • Nationality (place of birth): Italia

Hijo del duque de Atri, en los Abruzos, Rodolfo Acquaviva (1550-1583) descendía de una ilustre familia relacionada con muchas de las casas nobles de Italia. Su tío Claudio tenía el cargo de chambelán de la corte papal de Pío V. El duque había mantenido negociaciones para que Rodolfo, de 17 años, ocupara el mismo puesto al cese de su tío. Pero en vez de unirse a la corte del papa, Rodolfo quería hacerse jesuita. Tuvo que emplear varios meses antes de lograr que su padre consintiese su entrada en la Compañía el 2 de abril de 1568.

Al terminar el noviciado y los estudios de humanidades, filosofía y teología, Acquaviva fue destinado a las misiones de la India. Salió de Roma para Lisboa, donde se ordenó sacerdote a comienzos de 1578. Su primera misión en Goa fue enseñar filosofía a los seminaristas del colegio de San Pablo. Después fue enviado a una de las mayores aventuras de la primitiva Compañía de Jesús: ser misionero en la corte de Akbar el Gran Mongol.

Akbar tenía una inagotable sed de saber y gran deseo de llevar la paz y la armonía a sus súbditos, los musulmanes e hindúes enfrentados por sus creencias religiosas. Eso le llevaba a organizar discusiones religiosas en su corte de Fatephur Sikri, cerca de Agra. Habiendo decidido introducir teólogos cristianos en tales discusiones, envió emisarios al colegio de los jesuitas de Goa con la invitación de venir hasta su corte e instruirle en la fe cristiana.

El padre Acquaviva y otro jesuita llegaron a la corte de Akbar en 1580, llevando un ejemplar en siete volúmenes de la Biblia, en la esperanza de que la conversión de la India siguiera a la del Gran Mongol si conseguían convertirle. Akbar se mostró muy interesado en el cristianismo y parecía convencido de su verdad, pero no estaba dispuesto a renunciar a su harén. Después de tres años de esfuerzos Acquaviva se convenció de que Akbar jamás se convertiría. Desilusionado retornó a Goa.

Acquaviva fue nombrado superior de los 12 jesuitas de la misión de Salsette, península al sur de Goa. Los misioneros habían estado ya tres veces en el lugar, pero la acogida por parte de la población, predominantemente hindú, había sido siempre hostil, especialmente después de que algunas expediciones de castigo hubiesen destruido sus santuarios y sus templos. Los jesuitas decidieron poner en marcha una nueva campaña de promoción de conversiones, y visitar cada uno de los 66 pueblos de la península. Decidieron comenzar por la población de Cuncolim, en el extremo sur, pero una autoridad del lugar les detuvo, diciéndoles que no podía en pueblo a causa de problemas internos. Tras varias horas de espera y de escuchar gritos cada vez más amenazadores que salían del pueblo, decidieron plantar sencillamente una cruz en el lugar donde se erigiría una futura capilla, y marcharse. La gente, que les había estado observando sin ser vista, convocó cientos de aldeanos que, llenos de ira, rodearon a los jesuitas, les atacaron y mataron primero a Acquaviva y a continuación a los otros cuatro jesuitas que lo acompañaban, los padres Pedro Berno, Alfonso Pacheco, Antonio Francis y el hermano Francisco Aranha.

Originalmente compilado y editado por: Tom Rochford, SJ

Traducción: Luis López-Yarto, SJ