Beato Rutilio Grande

Beato Rutilio Grande

Rutilio Grande

Beato

  • Death: 12/03/1977
  • Nationality (place of birth): El Salvador

El P. Rutilio Grande, nacido en la pequeña localidad de El Paisnal el 5 de julio de 1928, fue un jesuita de dimensiones humanas y religiosas insospechadas. En su debilidad encontró su grandeza. La mayor parte de su vida transcurrió en el silencio y la humildad de quienes se van haciendo paso a paso compañeros de Jesús. Quienes lo trataron encontraron siempre en él un hombre bueno, cercano y servicial. Para los seminaristas fue un auténtico formador y para el clero salvadoreño un delicado acompañante espiritual. Rutilio supo ser consejero, compañero comprensivo y amable, al mismo tiempo firme y serio en lo que se refería a la vida cristiana y al ejercicio responsable del ministerio presbiteral. La población campesina, de la que él mismo era parte y a la que sirvió con dedicación en su servicio pastoral, halló en él un religioso cercano, abnegado y cariñoso, ordenado presbítero para compartir la vida con la comunidad de los seguidores de Jesús que dan testimonio de la Buena Noticia.

El P. Grande entendió su vocación religiosa y presbiteral a la luz del Concilio Ecuménico Vaticano II. Su manera de vivir, su enseñanza y orientaciones pastorales estaban imbuidas de la lectura que hizo de las orientaciones del Vaticano II, en 1968 en Medellín (Colombia), la Conferencia de Obispos Latinoamericanos. La renovación en marcha en la Iglesia generó no pocas tensiones internas también en la Arquidiócesis de El Salvador y dentro del mismo Seminario.

El nombramiento de San Óscar Arnulfo Romero como Arzobispo de San Salvador en 1977 abrió la puerta a una nueva etapa de conversión eclesial. La creciente conciencia de la necesidad de propiciar la transformación de la inhumana situación de la mayoría campesina, a causa de las estructuras injustas de la sociedad salvadoreña, enciende las luchas sociales y políticas de esta convulsa etapa de la historia de este país centroamericano. Muchos miembros de las comunidades eclesiales participaron activamente en la lucha social y política. Si bien para el P. Rutilio, su equipo y sus estrechos colaboradores, comprometidos desde su fe en la lucha por la justicia del evangelio, estaba muy clara la distinción entre el trabajo pastoral y la militancia político-partidista, para las minorías que sintieron amenazado su poder, Rutilio era percibido como un obstáculo a remover. Fue asesinado, junto con dos compañeros laicos, en Las Tres Cruces, a pocos kilómetros de San Salvador, el 12 de marzo de 1977.

Carta del P. Arturo Sosa, SJ, Superior General, el 3 de enero de 2022

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