Beato Thomas Holland

Thomas Holland (1600-1642) padeció de mala salud los siete años que trabajó en su Inglaterra natal. A pesar del sufrimiento, se movió con valentía recorriendo Londres para distribuir los sacramentos a los católicos durante el tiempo de opresión.

Había nacido en Lancasshire y fue durante seis años alumno del Colegio Inglés de Saint-Omer, en Flandes. Se trasladó a Valladolid, en España, para asistir al Colegio Inglés de aquella ciudad, y luego volvió a Flandes en 1624 para entrar en la Compañía. Hizo el noviciado y los estudios de teología en Flandes, y fue ordenado allí mismo antes de ser destinado a ser director espiritual de los escolares de Saint-Omer. En 1635 le destinaron a la misión de Inglaterra, con la esperanza de que los aires nativos mejoraran la mala salud que padecía.

Las condiciones que tuvo que padecer en Inglaterra hicieron que su salud empeorara en vez de mejorar. La amenaza de los caza-sacerdotes hacía que tuviese que mantenerse encerrado en casa todo el día y salir sólo por la noche. Una vida tan dura fue causa de que perdiera el apetito y se pudiera peor. Pero la mala salud no era impedimento para que siguiera su ministerio. Perseveró en él hasta su arresto el 4 de octubre de 1642, bajo sospecha de que era sacerdote. Le detuvieron dos semanas en la New Prison de Londres, antes de llevarlo a Newgate para el juicio. No pudieron presentar pruebas de que era sacerdote y él se había cuidado de que no le sorprendiesen rezando mientras estuvo preso, pero cuando los jueces le pidieron que jurara que no era sacerdote, se negó; los jueces entonces le consideraron culpable y lo condenaron a muerte.

El embajador de Francia se ofreció a intervenir para lograr su libertad, Pero Holland dijo que prefería el martirio. Algunos amigos capuchinos introdujeron clandestinamente en la cárcel lo necesario para que celebrara la Eucaristía por última vez. La mañana del 12 de diciembre fue arrastrado hasta Tyburn para su ejecución. Rezó por los que le condenaban y por el rey Carlos I, por la familia real, el parlamento y la nación. Dio al verdugo el poco dinero que tenía, le perdonó por lo que iba a hacer, y fue colgado hasta morir. Inmediatamente su cuerpo fue decapitado y descuartizado y expuesto en el puente de Londres.

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Originalmente compilado y editado por: Tom Rochford, SJ

Traducción: Luis López-Yarto, SJ