Durante el fin de semana del 4, 5 y 6 de octubre, no han faltado eventos de importancia en el Vaticano: La ordenación de varios obispos, un consistorio para la creación de nuevos cardenales y la apertura del Sínodo Especial sobre la Amazonia. La Compañía de Jesús, sin ser el centro de estas celebraciones, ha participado de manera muy activa en ellas, contribuyendo al ministerio apostólico del Papa Francisco.

Hace un mes, el papa anunciaba la creación de 13 nuevos cardenales. Entre ellos figuraban tres jesuitas (ver nuestro artículo de presentación de Mons. Sigitas Tamkevičius, Mons. Jean-Claude Hollerich y el P. Michael Czerny). Fueron muchos los jesuitas presentes este sábado 5 de octubre en la ceremonia presidida por el Papa en la Basílica San Pedro. El Padre General Arturo Sosa, uno de los concelebrantes principales, acompañaba también al padre Czerny. Como era de esperar, la homilía del Santo Padre puso de relieve que ser elegido cardenal de la Iglesia significa una oportunidad de servicio más que un honor. Pero la palabra en la que Francisco insistió sobre todo fue la palabra “compasión”. Una actitud que, según el Papa, debe ser permanente, no ocasional o esporádica. La compasión de los pastores es reflejo del amor de Dios hacia su pueblo, especialmente para con aquellos que sufren y encuentran difícil esperar. El Papa, dirigiéndose directamente a los nuevos cardenales, les pidió que tomasen conciencia de la compasión con que el Señor había tratado siempre sus vidas, moviéndoles a que, siendo consecuentes, fuesen siempre compasivos, que nunca fuesen para otros signo de indiferencia o de condena.

El día anterior, viernes 4 de octubre, el Papa Francisco había ordenado a cuatro nuevos obispos. Tres de ellos miembros del cuerpo diplomático del Vaticano y que serán enviados como nuncios a distintos países. El cuarto era el P. Michael Czerny, jesuita, del dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, responsable de la sección migrantes y refugiados. Según Michael Czerny, con quien tuvimos ocasión de charlar en nuestras oficinas pocos días antes de su ordenación episcopal, esta decisión del Papa es otra manifestación de la preocupación que tiene por los refugiados, es un apoyo a su causa. Durante la homilía el Santo Padre manifestó con claridad otro aspecto de su pensamiento y su modo de proceder: es de suma importancia que los pastores, ya sean simples sacerdotes o arzobispos, cultiven la cercanía con Dios y con el cuerpo eclesial, pero también - y sobre todo - con el pueblo de Dios. Insistió: “No nieguen al pueblo de Dios”.

Finalmente, el domingo 6 de octubre tuvo lugar la inauguración del Sínodo Especial para la Amazonía, otra iniciativa original del Papa Francisco. Se trata de un sínodo que reúne prácticamente a todos los obispos de la región amazónica, además de a muchos laicos comprometidos con esta región tan importante para el equilibrio ecológico de todo el planeta. La Compañía de Jesús no tiene, como tal, un papel específico en el Sínodo, pero unos quince jesuitas (ver nuestro artículo sobre el Sínodo) participan directamente como miembros o desempeñando otras funciones. También en el sínodo los miembros de la Compañía, siguiendo su vocación, responden a una llamada del Papa, para quien el futuro ecológico de nuestra “casa común” forma parte del proyecto de Dios para el mundo. Un mundo en el que la vida sea mejor para todos.