Visita del P. General a Milwaukee: inspiración para un mayor amor y un mejor servicio
Por James Pribek, SJ | Marquette University
El P. General Arturo Sosa ha visitado Milwaukee el domingo 7 de abril, y trayendo consigo gran consolación para los jesuitas y los responsables apostólicos de esas tierras. El tiempo no ha sido demasiado primaveral, pero el encuentro ha resultado animado, cálido e inspirador.
Acompañado por el Provincial y el socio de nuestra Provincia (UMI – Medio Oeste de los EE.UU.), y dos de sus Asistentes de Roma, el P. General se trasladó desde Chicago hasta Milwaukee. El día comenzó con una misa a media mañana junto a los jesuitas de la Comunidad de St. Camillus. El P. Paul Shelton, de la Oficina de Vocaciones de la Provincia, hacía sus últimos votos en esta Eucaristía, tras la cual el P. Sosa se reunió con la comunidad para el almuerzo.
A continuación, el grupo se
desplazó hasta el otro extremo de la ciudad, a la Residencia O’Brien de la
Marquette University, donde se reunió y conversó con el presidente de la
Universidad, con el de Marquette High School, el de Nativity Jesuit Academy y el
de Christo Rey High School, junto con el director de la Oshkosh Jesuit Retreat
House y el párroco de la parroquia del Gesù.
Tras un breve descanso, se trasladó desde la sala a la capilla de la Comunidad O’Brien, para hablar a los miembros de las comunidades de Marquette, Arrupe y Oshkosh durante más de una hora, respondiendo a las preguntas que se formularon. Comenzó recordando su entrañable amistad con el padre Brad Schaeffer, nuestro antiguo Provincial, recientemente fallecido. A continuación tocó varios temas: las Preferencias Apostólicas Universales, el apostolado intelectual, nuestra observancia de la pobreza, la solidaridad y cooperación internacional, y la colaboración, considerada no como algo que hacemos, sino como algo que encarnamos. En respuesta a una pregunta sobre la causa de beatificación del P. Arrupe, el P. Sosa nos puso al día sobre la reciente entrega del material al Vicariato de Roma. Quedamos todos muy impresionados por el dominio que el P. General tiene del inglés, su energía y su resistencia física en el que fue, sin duda, un largo día de charlas e interacción con cientos de jesuitas y líderes laicos.
Siguió un encuentro informal en la sala comunitaria O’Brien, y luego una elegante cena para los jesuitas que nos habíamos reunido. Aunque habíamos escuchado al P. General nos llamándonos a practicar una mayor pobreza, queríamos ofrecerle, a él y al grupo que le acompañaba, la mejor hospitalidad posible. A juzgar por el tiempo que pasamos sentados a la mesa, las palabras y el testimonio del P. General habían sido un buen alimento, y nos habían impulsado a un mayor amor y un mejor servicio. No nos queda ninguna duda de que el gobierno de la Compañía está en buenas manos y nos sentimos honrados de que el P. General haya querido reunirse con nosotros y conocer nuestro trabajo en la promoción del reino de Dios en el área de Milwaukee.