Hacia un nuevo amanecer con el empoderamiento de los «dalits»
El apostolado de acción social en la Provincia de Madurai pasó por una especie de «examen de conciencia» sobre sus ministerios en los años sesenta, deliberando sobre si habría que hacer algo más que simplemente dirigir colegios, universidades, casas de formación y otros ministerios semejantes. Una nueva forma de pensar, que incluía la dimensión fe-justicia, fue creciendo a partir de 1965. Esta iniciativa recibió inspiración y apoyo global del mundo jesuita con las deliberaciones de la Congregación General 32, en 1974-1975.
Como resultado, en 1974 la Provincia hizo una llamada a esbozar, para un tiempo acotado, un programa total de acción por la justicia social en la Provincia. Esto se desarrolló después con más detalle en la congregación provincial del mismo año: «En el contexto actual de la India, tenemos una obligación urgente de servir a los pobres y dar testimonio de la justicia». Mientras el programa se iba desarrollando, en 1984 la asamblea provincial aprobó y publicó la visión de la Provincia, «Hacia la liberación junto con los pobres», con planes de acción concretos para todos los ministerios, incluido el apostolado de acción social. La «opción por los pobres» cristalizó después en «opción por los dalits», lo cual sucedió en 1987, con el compromiso «Hacia la liberación junto con los dalits». Este énfasis en la «elevación» de los dalits en general, y de los dalits cristianos en particular, llevó a una serie de acciones y deliberaciones alineadas con el empoderamiento de los dalits.
Para acotar las áreas de acción, se retomó, bajo la
dirección del padre Anthony Raj, SJ, un estudio que había sido iniciado
conjuntamente por los sectores apostólicos de acción social y educación
superior, titulado «La situación de los dalits en la Iglesia católica de
Tamil Nadu». Como resultado de este estudio y de programas y formaciones que ya
funcionaban entre los dalits cristianos, en 1989 se fundó el Dalit
Christian Liberation Movement (DCLM - Movimiento cristiano de liberación dalit).
Esto llevó a que la congregación provincial adoptara oficialmente en 1990 el
postulado de «formar una región dependiente en el norte de Tamil Nadu», puesto
que «esto sería la culminación lógica de todo lo que hemos estado discutiendo
hasta ahora en relación con la cuestión de los dalits» y que «la
seriedad de nuestra preocupación por los dalits no debe quedar en
promesas vacías».
El apostolado de acción social ha aportado modelos significativos de «elevación» a la Provincia, a la Iglesia y a la sociedad en general, en términos de formular políticas a favor de los pobres y a favor de los dalits. Uno de los mayores impactos ha sido la positiva elevación de las comunidades dalits, que han pasado de la ignorancia política y la carencia de poder a ser un grupo unido y con aguda conciencia política, capaz de negociar con los partidos políticos y también de impugnar las elecciones a los gobiernos locales. Es muy alentador ser testigos de cómo estos líderes han demostrado, en general, mayor integridad, compromiso, visión social, aguda sensibilidad cultural y perspectivas para el desarrollo en sus gobiernos locales, a pesar de la intensa presión de las fuerzas divisivas comunales y de casta.
Puesto que la educación es la base para la emancipación y el desarrollo, el apostolado de acción social apoyó a los dalits ofreciéndoles realmente oportunidades para sus hijos. Nuestros programas educativos tienen un triple enfoque: educación formal para los que están preparados para ella, educación complementaria para los que se quedan atrás (modelo de centro de estudio abierto por las tardes) y escuelas especiales para los que abandonan los estudios, sea cual sea su edad, de modo que puedan reincorporarse finalmente a los cursos normales. Esta fase de acción práctica positiva nos animó a responder más proactivamente, estableciendo instituciones regladas en los sectores de la educación formal, técnica y superior.
De esta forma, el
apostolado de acción social ha visualizado y verbalizado concretamente el
espíritu de la fe y la justicia. Dentro de la Provincia, ha ayudado a reforzar
nuestro compromiso con los pobres y recentrar nuestra atención: de los pobres
en generala
los dalits en particular, y más concretamente a los dalits
cristianos. Tal vez la aportación más importante sea la creación de la
«búsqueda continua» de la Misión de Chennai, para descubrir a los grupos
destinatarios y ayudarlos a avanzar hacia la emancipación, como expresión
concreta de nuestro compromiso.
Además, la Misión de Chennai emprende iniciativas de acción social entre las tribus Irular y entre los migrantes de otros estados (de la India) y de otros países, y ha creado un centro de investigación social para emprendedores dalits. Muchos jesuitas del apostolado de acción social han preparado y equipado a hombres y mujeres con potencial, laicos y religiosos, mediante talleres y seminarios. De esta forma, nuestros jesuitas han sido pioneros y modelos de referencia en la elaboración del modus operandi de la acción social, como ejemplo para otras congregaciones.
Haciendo una evaluación conjunta de las últimas cinco
décadas, resulta muy alentador comprobar que el apostolado de acción social de
la Provincia jesuita de Madurai ha adquirido un gran impulso, en términos de
políticas, prioridades y compromiso al servicio de los dalits, adivasis,
mujeres, niños y otros de los sectores más marginados de la sociedad. Su
impacto ha llegado más allá de la Provincia de Madurai, alcanzando a otras
Provincias, a otras congregaciones y a las estructuras de la Iglesia católica,
ayudándolas a modificar sus planes, políticas y prioridades.
[Artículo de la publicación "Jesuitas - La Compañía de Jesús en el mundo - 2020", por Aruldoss Selvaraj SJ y Marianathan Chinnasamy SJ]