Crecer en la colaboración: grandes oportunidades para los delegados para la comunicación de las Conferencias

Por Luca Pirola

De Washington a Nairobi, de Manila a Lima, de Bruselas a Nueva Delhi, todos conectados con Roma para encontrarnos y confrontar ideas, hemos celebrado on line la conferencia anual que ha reunido a los delegados para la comunicación de toda la Compañía. Delegados que trabajamos en los diversos continentes, que afrontamos problemas específicos y perseguimos objetivos comunes. Pretendíamos reforzar la colaboración entre nuestras distintas oficinas, y lograr una comunicación cada vez más eficaz.

Tenemos un Año Ignaciano a las puertas y la promoción vocacional necesita constante actualización y constante desarrollo. Y no podemos olvidar las Preferencias Apostólicas Universales.

El Año Ignaciano puede constituir un acontecimiento particularmente unificador para las distintas oficinas de comunicación, que se esforzarán por ofrecer una imagen cada vez más internacional a la Compañía de Jesús, difundiendo un mensaje de esperanza dentro de un contexto tan difícil como éste, profundamente marcado por la crisis de la pandemia. La emergencia sanitaria que vivimos, a fin de cuentas, puede ser un estímulo para hacernos encontrar fórmulas nuevas, nuevas iniciativas y nuevas estrategias de comunicación. El hecho de revisitar y trabajar en lugares tan simbólicos como los vinculados a la vida de San Ignacio, nos proporcionará una referencia histórica que avive nuestra motivación y nos ayude a acercarnos, con nuestra reflexión, a los acontecimientos que allí sucedieron.

En el encuentro constatamos que compartir materiales es algo decisivo si deseamos que nuestra oferta comunicativa sea rica y variada. Existen producciones en vídeo de excelente calidad elaboradas por la Curia, sobre la vida y la historia de jesuitas procedentes de todos los rincones del mundo capaces de suscitar gran interés, y sobre diversas obras de la Compañía, muestra clara del intento que hacemos por traducir las enseñanzas del Evangelio a nuestro contexto histórico. Están a disposición de todos y pueden dar fácilmente origen a réplicas.

En cuanto a la promoción de vocaciones, se reiteró la importancia de invertir medios y energía en este objetivo, creando una cultura vocacional que sea atractiva, e implique a personas con diversas funciones, que puedan hacer cercano el estilo y el proyecto de la Compañía, tomando siempre como base la profunda tradición de escucha y discernimiento que nos es característica. Es de suma importancia que nos acerquemos a los jóvenes, para comprender mejor su dinámica y seamos acogedores y proactivos. Necesitamos aprender a usar un lenguaje asequible a sus oídos. Y es decisivo que nos comuniquemos, estemos presentes y activos también a través de los medios sociales.

Finalmente, surgió también la cuestión de cómo podríamos dar a conocer mejor las Preferencias Apostólicas Universales: sin duda será importante hacerlo mostrando las actividades y experiencias concretas de jesuitas que las viven en primera persona.

Al final del encuentro (12-16 de octubre), nos despedimos y nos comprometimos a organizar sin tardar una nueva reunión, para hacer que nuestra colaboración sea cada vez mayor.