Una serie de blogs preparados por el ARSI (Archivo Histórico de la Compañía de Jesús, en Roma) en preparación del Año Ignaciano.

Por Festo Mkenda, SJ - Historiador

3. San Ignacio y el África Occidental

Los vínculos que pueden establecerse entre San Ignacio de Loyola y África son el resultado de la fuerte conexión que existía entre el reino de Portugal y la Compañía de Jesús en sus primeros años. En África, los jesuitas fueron a lugares que se estaban desarrollando como esferas de influencia portuguesa. Establecida como feitoria portuguesa desde 1482, Elmina, en el actual Ghana, era ya un enclave europeo muy conocido en la costa de África Occidental cuando se fundó la Compañía en 1540.

Los sacerdotes que atendían a los residentes portugueses de Elmina se veían a menudo envueltos en el comercio de oro que era el sello de los negocios locales en la zona, y los jesuitas llegaron a ser vistos como un remedio para esta corrupción religiosa. La reina Catarina de Portugal (1507-78) insinuó al Provincial jesuita de Portugal que el rey Juan III (1502-57, r.1521-57) deseaba que los jesuitas sustituyeran a los demás misioneros en Elmina. En una carta fechada el 30 de septiembre de 1554 del P. Diego Mirón (m.1590), el Provincial, a Juan de Polanco (1517-76), secretario de San Ignacio, se le transmitió la petición en los siguientes términos:

La Reina me ha dicho que el Rey ha resuelto enviar dos Padres de la Compañía a una parte de África muy cerca de Guinea que se llama Mina, lugar de donde sale el oro. El territorio tiene el clima más insalubre de todos los territorios en posesión portuguesa. Sólo tiene un puerto y un distrito administrativo. Los habitantes de ese país son negros. El Rey ha llegado a esta decisión debido a los informes que ha recibido sobre el clero de allí que absuelve de todo, etc. El querría tener allí dos padres de la Compañía y nadie más.

El texto del P. Mirón es la mejor prueba que tenemos que sugiere que Ignacio pudo haber sabido algo sobre Elmina en África Occidental. No se ha encontrado ninguna respuesta a esta petición y no existe ningún registro de que los primeros jesuitas hayan misionado o trabajado en esta parte del continente. No fue hasta 1604 cuando un grupo de jesuitas dirigido por el P. Baltasar Barreira (m. 1612) llegó a las islas de Cabo Verde y estableció actividades misioneras en el continente, llegando hacia el este hasta la actual Guinea-Bissau, Sierra Leona y Benín.

A pesar de la falta de más pruebas que vinculen a Ignacio y a los primeros jesuitas con África Occidental, el texto del P. Mirón ha sido como el abono, fertilizando la imaginación de muchos historiadores. La falsa sugerencia en el número de 1952 de La Croix au Dahomey de que San Francisco Javier (1506-52), uno de los primeros compañeros de Ignacio, hizo una parada en Elmina, ha sido descartada por la investigación monumental del P. Georg Schurhammer (1882-1971) sobre los viajes de Javier. Y, sin nuevas pruebas, es probablemente innecesario que los jesuitas y otros intenten relacionar a los primeros jesuitas con la región antes de 1604. El propio Ghana tuvo que esperar hasta 1974 para recibir a su primer misionero jesuita. Más tarde se construyó una residencia en una propiedad con una vista al Océano Atlántico en la ciudad de Cape Coast, a unos trece kilómetros del histórico Castillo de Elmina. Llamada Claver House, la residencia es ahora sede de un programa de formación para jesuitas, la "tercera probación".

Fig. 3.1. Carta náutica de 1563 en la que se cartografía la costa de África Occidental y la ubicación de Elmina (Mina), obra del cartógrafo portugués Lázaro Luís.

Fig. 3.2. El castillo de Elmina en 2010 (Foto de Damien Halleux Radermecker).

Fig. 3.3. La capilla de la Casa Claver, Cape Coast, Ghana.