El escultor belga Johan Tahon ofrece una obra de arte a la Compañía de Jesús
Metanoia
En el marco del inicio del Año Ignaciano, el Padre General Arturo Sosa ha tenido el placer de recibir una obra del escultor de fama internacional Johan Tahon. La entrega se hizo en la Curia General el martes 11 de mayo.
La estatua, que lleva por título Metanoia, representa la experiencia de Ignacio de Loyola, en particular su conversión. Johan Tahon explicó al padre Sosa el origen de la obra. En contacto con los jesuitas de Flandes, se ha visto afectado por la espiritualidad ignaciana. Junto con el jesuita flamenco Jan Koenot, pudo visitar lugares ignacianos en España, especialmente allí donde San Ignacio comenzó su camino de conversión. Esto le inspiró a presentar un personaje sufriente (su lesión en la pierna), pero también reflexivo (su experiencia en Manresa) mientras se deja transformar por el Espíritu Santo.
La
obra es de piedra arenisca cubierta con un barniz resistente a todas las
temperaturas; puede por tanto ser expuesta en el interior así como al aire
libre. Durante el próximo año, se piensa exhibir la estatua en varios lugares
jesuíticos de Roma donde un público más amplio podrá apreciarla. Cabe mencionar
que la víspera de su encuentro con el Padre General, Johan Tahon tuvo la
oportunidad de hacer entrega de una copia de la misma escultura ignaciana al
Papa Francisco en persona.
© Francesco Zizola
Sobre el artista
Johan Tahon es un escultor belga nacido en 1965. Como él dice, no ha llegado a ser escultor, porque siempre lo ha sido. La escultura es como su respiración. Estudió en la Real Academia de Bellas Artes (KASK) de Gante. Vive y trabaja en Bélgica y Suiza.
La
mayoría de sus obras son esculturas en arenisca, algunas en bronce. Primero se
ganó una sólida reputación en su país, en Holanda y en Alemania. Gracias a sus
numerosas participaciones en exposiciones internacionales, ahora es muy
conocido en varios países. Algunas de sus obras se encuentran en espacios
públicos. Hace unos años ganó un concurso, organizado por la Iglesia Luterana
de Hannover, para crear una obra que conmemorara la relación entre la iglesia y
la sinagoga en la historia.