Migra Studium: Con la puerta abierta
La visita del P. Arturo Sosa a Barcelona nos dio la oportunidad de conocer una obra importante de los jesuitas en esa ciudad: Migra Studium, al servicio de los refugiados y migrantes en situaciones difíciles. Hoy, su coordinador, el P. Pau Vidal, nos habla de esta labor, uno de los muchos ejemplos del compromiso de la Compañía de Jesús con los refugiados en todo el mundo. Mañana, en un segundo artículo, presentaremos los testimonios de personas que participan en Migra Studium o que se benefician de sus servicios.
Por Pau Vidal Sas, SJ, coordinador del proyecto Hospitalaris de Migra Studium
Hace ya 18 años los jesuitas en Barcelona (España) decidieron transformar un edificio que tienen en el
centro de la ciudad, que hasta el momento albergaba una comunidad residencia de
corte más bien tradicional, para poder abrir un centro social de atención a
refugiados y personas migrantes. Desde entonces la misión de la fundación Migra Studium (que forma parte del Servicio
Jesuita a Migrantes) ha sido la de defender, acompañar y servir
a aquellas personas que después de meses o años del tránsito migratorio llegan
a Barcelona con la esperanza de poder empezar un futuro mejor. Al llegar a
España las personas migrantes más vulnerables se encuentran con infinidad de
dificultades, con una ley de extranjería muy restrictiva y con una sociedad a
menudo racista muy marcada por la hostilidad hacia extranjero. En este contexto
los jesuitas les ofrecen una puerta abierta.
Cada año miles de personas cruzan la puerta de Migra Studium para poder hacer un curso de castellano, apuntarse a un curso de electricidad, cocina, fontanería, poder recibir asesoría jurídica, intentar empezar el proceso de regularización, participar en actividades lúdicas y culturales. Cruzan una puerta y se les acompaña para que puedan ejercer sus derechos.
En 2017 se inició un proyecto de acogida residencial de personas refugiadas y migrantes en hogares y familias llamado Hospitalaris. Desde entonces más de 70 personas han podido compartir el día a día de un hogar durante unos meses, aprender tanto el castellano como el catalán, ampliar su red de relaciones y poder intercambiar cotidianamente experiencias y conocimientos. La apertura hacia el otro, hacia el que quizá percibo como el forastero, es siempre una oportunidad para crecer y hacernos más humanos. En la tradición cristiana recordamos cómo Abraham, en el desierto y sin saberlo, acogió a Dios mismo.
Pere Claver, el santo
catalán, nacido en el pueblo de Verdú, vivió durante décadas en América
dedicado en cuerpo y alma a ofrecer una acogida humana a los esclavos negros
que llegaban al continente americano. Años antes, el joven estudiante Claver,
en la misma ciudad de Barcelona, fue testigo de los barcos negreros y del
infame tráfico de personas; sintió ya entonces la llamada a seguir a Jesús
poniéndose del lado de las víctimas.
Su testimonio de perseverancia, tesón y dedicación en Cartagena de Indias a los últimos de los últimos de su tiempo son para el equipo de Migra Studium un recordatorio de cómo y porqué seguimos hoy comprometidos con los más desfavorecidos de un sistema capitalista global que excluye y mata. Trabajamos día a día para aliviar el sufrimiento, para imaginar nuevos horizontes, denunciamos las situaciones de injusticia y hacemos incidencia para intentar cambiar las estructuras que condenan a tantos a la pobreza, la exclusión, a emprender viajes migratorios dramáticos y al llegar a España a tener que malvivir en una situación de irregularidad administrativa.
Nos
sentimos parte de una red de testimonios y personas que a lo largo de los
siglos han seguido los pasos de Jesús de Nazaret en la defensa de las personas
más vulnerabilizadas: Pedro Arrupe, Pere Claver, San Ignacio y tantos y tantas
otras que han gastado y desgastado su vida para hacer posible un mundo más
humano y humanizado, un mundo de puertas abiertas.