Por Yamid Castiblanco, SJ

400 años han pasado desde que el joven flamenco, Juan Berchmans, muriera en Roma con 22 años de edad, pero ya con fama de santidad entre sus compañeros y todas las personas que le conocieron. ¿La razón? El P. General Arturo Sosa la resumió en su homilía de la fiesta del santo, el pasado viernes 26 de noviembre, con esta frase: “su vida ordinaria la vivía de manera extraordinaria”.

Uno de los primeros alumnos del colegio jesuita de Malinas (Bélgica), Juan se convirtió en modelo y patrón tanto de los estudiantes, así como de los jóvenes jesuitas porque hacía, efectivamente, cada cosa con excelencia integrando sus grandes cualidades humanas con una profunda espiritualidad.

Ese es el tipo de persona que el Padre Pedro Arrupe buscaba como fruto de la educación católica y de inspiración ignaciana: personas para los demás y con los demás que entienden el servicio y la entrega generosa a los demás como parte de su fe y de su plenitud humana. Ese reto es el mismo que el Padre Kolvenbach sintetizó como las 4 “C” de lo que se espera en quienes se forman en las instituciones educativas de la Compañía de Jesús: que sean personas Competentes, Conscientes, Compasivas y Comprometidas.

Así como el Padre Arturo Sosa había subrayado la necesidad de añadir otra “C”, la ser Coherentes entre lo dicho y lo hecho, podría decirse que con este establecimiento oficial de la Red Global Jesuita de Colegios reafirma ahora la importancia de otras posibles “C” en el contexto actual: estar mejor Conectados unos con otros y ser más Cooperativos de cara a las múltiples crisis mundiales.

Luego de una breve mirada a la tradición y a algunos de los logros educativos de la Compañía, el Padre General ha declarado que esta Red se constituye en “expresión del compromiso de los colegios de trabajar como cuerpo universal con una misión universal y desarrollar así su total potencial apostólico.” Todo eso en el marco del llamado del Papa Francisco hacia un Nuevo Pacto Educativo Global para un nuevo modelo de humanidad que supere el consumismo y la búsqueda desenfrenada de beneficio a costa de nuestra Casa Común.

Confiadas a Nuestra Señora del Camino y a San Juan Berchmans, las redes de educación existentes en los ámbitos local y regional en todo el mundo se integran en esta nueva Red Global Jesuita de Colegios con el deseo de compartir experiencias y crear sinergias a un nivel más internacional, tal y como lo exigen las problemáticas y desafíos actuales. Gracias a esta Red, niños y niñas, jóvenes y educadores de nuestros colegios, cuentan en adelante con la invaluable posibilidad de seguir aportando local y cotidianamente a la construcción de un mundo mejor, de manera cada vez más Cooperativa, inter-Conectada y sin duda...¡cada vez más EXTRAORDINARIA!