Conservar la historia, abrazar el mañana: Los jesuitas de Innsbruck aprovechan el sol
El Papa Francisco publicará, el 4 de octubre -
Fiesta de San Francisco de Asís - una exhortación apostólica (una carta a los
fieles católicos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad) como
continuación de su Encíclica Laudato si’ (2015). En muchos lugares, los
jesuitas ya respondieron al llamamiento de Francisco a cuidar de nuestra casa
común. He aquí un ejemplo, desde Austria.
Por Lumnesh Kumar, SJ
Enclavado en medio del pintoresco paisaje de Innsbruck, en Austria, el histórico Colegio de los jesuitas ha sido durante mucho tiempo un testimonio del perdurable espíritu del conocimiento, de la fe y del progreso. Hoy en día, escribe otro capítulo trascendental en su historia, ya que adopta la energía solar y lidera el avance hacia la energía sostenible.
Durante siglos, los venerables muros del Collegium Canisianum han sido testigos
de la búsqueda del conocimiento, la formación de mentes jóvenes y el cultivo de
un arraigado sentido de comunidad. Arraigada en la tradición y guiada por los
principios jesuitas, la comunidad se ha adaptado continuamente a las
necesidades cambiantes de los tiempos.
Con la instalación de uno de los mayores sistemas fotovoltaicos residenciales del estado, que genera un impresionante pico de 120 KW, están preparados para cubrir un notable tercio de su consumo de electricidad a través de la energía solar. En consonancia con el llamamiento del Papa Francisco en Laudato si’ a proteger y valorar nuestro planeta, y en armonía con la Preferencia Apostólica Universal de la Compañía de Jesús, el Colegio sigue el camino hacia un futuro más sostenible.
Los retos afrontados durante la instalación de los paneles solares reflejan la
resistencia y la determinación que siempre han caracterizado a la comunidad
jesuita. Preservando la integridad histórica del Colegio y su entorno,
superaron hábilmente los obstáculos, allanando el camino para un mañana más
brillante y limpio.
A los ojos del P. Christian Marte, Rector del Colegio, este hito no es sólo el aprovechamiento de la energía solar, sino que también representa una profunda expresión de sostenibilidad ecológica y económica, contribuyendo a un movimiento más amplio hacia un cambio positivo integral y duradero. La visión de paneles solares adornando los tejados de las iglesias es, de hecho, un atisbo de un futuro en el que la energía renovable se integra a la perfección en nuestra vida cotidiana.
El día de la fiesta de San Ignacio se bendijo y se puso en marcha la instalación
fotovoltaica recién instalada, cuya presencia servirá a la Iglesia de la
Compañía, al Centro Juvenil, al Collegium Canisianum, a los talleres, al
Noviciado y a la Comunidad jesuita. Permanecerá como un recordatorio constante
de la dedicación inquebrantable del Colegio a dejar un impacto positivo en el
mundo y simbolizará el compromiso de los jesuitas de adoptar prácticas
sostenibles y reducir su huella de carbono.