La Provincia de Madurai: ¡toda una saga!
Los Superiores Mayores de la Conferencia de Asia Meridional se han reunido en Kerala. ¿Por qué no aprovechar la ocasión para conocer un poco mejor la vecina Provincia de Madurai, en el extremo sur de la India? He aquí un primer artículo, con sabor histórico.
Por Joseph Antony Samy, SJ
La Provincia de Madurai es una de las más antiguas de la India. Tiene un pasado glorioso y una historia llena de acontecimientos. La presencia jesuita en Tamil Nadu comenzó con San Francisco Javier. Llegó a Goa el 6 de mayo de 1542 y en octubre comenzó su labor misionera en Tamil Nadu.
En 1598, los jesuitas de Goa solicitaron al P. General permiso para iniciar la misión de Malabar, que se convirtió en Provincia de pleno derecho en 1605, con el P. Alberto Laerzio como primer Provincial. En 1606, el Provincial llevó al P. Roberto De Nobili a Madura y le confió la animación de la misión. Durante once años, su predecesor, debido a su estilo de vida portugués y a que comía carne de vaca, no había podido lograr ni una sola conversión al cristianismo. Para abrir la puerta del hinduismo a Cristo, De Nobili se hizo sannyasi, un maestro espiritual, y, hasta cierto punto, tuvo éxito en su misión.
A partir de 1624, gracias a los esfuerzos de De Nobili, los cristianos crecieron en número. En 1688 había unos 75.000 cristianos en Madurai y los reinos vecinos. La antigua misión de Madura fue atendida por varios misioneros destacados, a saber: Francisco Javier, Beschi, un erudito en lengua tamil, de Nobili, Juan de Britto y Antoni Criminali, el primer jesuita mártir de la India. Ellos sembraron la semilla del cristianismo que fructificó profundamente en Tamil Nadu.
Cuando la Compañía fue suprimida en Portugal
en 1759, el impacto se dejó sentir en Goa, en Madura y en otras misiones, ya que formaban
parte de los territorios portugueses. En estas misiones había más de 250.000
cristianos. Posteriormente, en 1773, la Compañía de Jesús fue suprimida en todo
el mundo, pero los ex jesuitas de las misiones de Madura, Carnatic y Mysore
recibieron de los obispos locales el ofrecimiento de permanecer como sacerdotes
o unirse a los Misioneros Extranjeros franceses. El suministro de misioneros
portugueses se interrumpió tras la supresión, por lo que el Santo Padre hizo un
llamamiento a otras órdenes religiosas de Goa, y más tarde a los Carmelitas,
para que ocuparan el lugar dejado vacante por los jesuitas y adoptaran las
Iglesias huérfanas. Pero todos declinaron el ofrecimiento. Finalmente, el Papa
confió el rebaño de cristianos de la misión de Madura, que estaban sin pastor,
al Vicario Apostólico de Pondicherry y a los Misioneros Extranjeros franceses.
A esto se oponían los portugueses de Goa y Santhome. El conflicto continuó
hasta que un nuevo Papa confió la Misión de Madura a la restaurada Compañía de
Jesús el 23 de diciembre de 1836.
Así, en 1838, cuatro misioneros jesuitas franceses llegaron a la misión de Madura. Uno de ellos, el P. Bertrand, fue nombrado Vicario Apostólico. La vida era difícil para los misioneros que sufrían físicamente por el calor y mentalmente por la ausencia de apoyo local. Además, el desarrollo de la misión se vio perjudicado por la falta de recursos financieros. En el plano espiritual, tras un vacío de 65 años sin pastores, los cristianos no conocían el catecismo y no se habían nutrido de los sacramentos. Los misioneros que desembarcaron en Madura se encontraron con un ambiente muy poco cristiano.
Con el P. Alexis Canoz, sucesor del P. Bertrand como vicario apostólico de la misión de Madura en 1847, el establecimiento de congregaciones religiosas femeninas fue de gran ayuda, sobre todo por la capacitación de las mujeres a través de la educación. También se abrieron muchos orfanatos para salvar la vida de tantos niños.
A partir de 1844, con el St Joseph’s College, se iniciaron un gran número de escuelas, de modo que en 1923 la misión contaba con 456 escuelas elementales, 14 escuelas secundarias y 3 escuelas técnicas, de las cuales 74 eran exclusivamente para niñas. Estas instituciones sirvieron, también, como medio de promoción vocacional.
La misión de Madura formaba parte de la Provincia de Toulouse desde 1852 y en 1929 se convirtió en Viceprovincia. Los jesuitas franceses aseguraron el desarrollo de la Provincia de Madurai a nivel espiritual y económico a través de su fe, su duro trabajo y su meticulosa planificación orientada a las personas. Con ocasión del año del centenario de la Provincia de Toulouse, en 1952, la Viceprovincia de Madurai fue elevada a la categoría de Provincia independiente.
Nosotros, jesuitas de Madurai, estamos agradecidos a los jesuitas de Toulouse por su servicio desinteresado a nuestra Provincia. Con el tiempo, la Provincia dio origen a otras tres Provincias. En 1956 se creó la Región dependiente de Malabar, que se convirtió en Viceprovincia de Kerala en 1960 y en Provincia en 1983. En 1972 se creó la Región separada de Andra, que se convirtió en Región independiente en 1983 y posteriormente en Provincia en 1988. Por último, en 2019 se creó la Provincia de Chennai.
En la actualidad, la Provincia de Madurai está
involucrada en una gran variedad de apostolados: educación superior, educación
secundaria, educación primaria, educación técnica, trabajo pastoral, acción
social, retiros, comunicaciones, cultivo de granjas y servicio a los
refugiados. Si la Misión y luego la Provincia se encontraron con retos
apostólicos, e incluso políticos, a lo largo del camino, las oportunidades
alimentaron un alto nivel de compromisos, incluso para la formación del clero
indio diocesano y la promoción de congregaciones religiosas de mujeres que
fueran instituciones clave para
promover el empoderamiento de la mujer y la dignidad de la vida humana.