Beato John Sullivan

John Sullivan nació en 1861 en Dublín, de padre protestante y madre católica. Fue educado en el protestantismo, pero se hizo católico en 1896. Su padre, futuro Lord Canciller de Irlanda, Sir Edward Sullivan, era de tradición de la Iglesia de Irlanda, mientras que su madre, Lady Bessie Josephine Sullivan, era católica romana. Según la costumbre de la época, los varones recibían la religión de su padre y las mujeres la de su madre, por lo que John fue bautizado en la Iglesia Protestante de Irlanda el 15 de junio de 1861, siguiendo la tradición cristiana de su padre.

En 1873, John siguió los pasos de sus hermanos y acudió a la Portora Royal School de Enniskillen (Irlanda del Norte); después de Portora, John pasó al Trinity College de Dublín, donde destacó en sus estudios hasta el punto de que en 1885 le concedieron la Medalla de Oro en Estudios Clásicos. Posteriormente estudió Derecho. En esa época su padre, el Lord Canciller de Irlanda Sir Edward Sullivan, murió repentinamente. La conmoción tuvo un efecto devastador en el joven estudiante: John abandonó Irlanda y continuó sus estudios de Derecho en Londres, donde fue nombrado barrister en 1888.

Gracias a la herencia recibida, pudo llevar una vida muy acomodada, destacando por su ropa a la moda y su elegante figura. Visitó Europa en numerosas ocasiones y fue un gran aficionado al ciclismo. Se instaló durante un tiempo en el monasterio ortodoxo del Monte Athos, en Grecia, y entabló una estrecha amistad con los monjes. En diciembre de 1896, a la edad de 35 años, tomó una decisión importante: fue recibido en la Iglesia Católica Romana en la iglesia de los jesuitas de Londres. Consideraba que este paso, al igual que el de San Agustín y Santa Mónica, era gracias a las oraciones de su madre, profundamente católica.

En septiembre de 1900 John Sullivan decidió entrar en la Compañía de Jesús y fue ordenado sacerdote el 28 de julio de 1907. Fue destinado al cuerpo docente del Clongowed Wood College de Kildare, donde pasó la mayor parte de su vida como jesuita. También enseñó a sus jóvenes compañeros jesuitas de 1919 a 1924. Además, llevó a cabo un fecundo apostolado de predicación y asistencia a personas con diversas dificultades. Muchas personas con necesidades espirituales o con necesidad de curación física acudían al P. John pidiéndole sus oraciones. El poder de Dios parecía obrar a través de él y muchos se curaban. Todavía hoy, los enfermos de Dublín y alrededores piden ser bendecidos con su crucifijo, un símbolo de curación y esperanza.

El padre John Sullivan murió en la Residencia San Vicente de Dublín, a poca distancia de la casa paterna, el 19 de febrero de 1933. Fue beatificado por el Papa Francisco el 13 de mayo de 2017. La santidad del padre John Sullivan es reconocida por igual por católicos y anglicanos.

Fuentes: Archivo de la Postulación General de la Compañía de Jesús; P. Marc Lindeijer, SJ; L’Osservatore Romano

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