Beato Pedro Pablo Navarra

Beato Pedro Pablo Navarra

Pedro Pablo Navarra

Beato

  • Death: 09/10/1622
  • Nationality (place of birth): Japón

Durante la gran persecución japonesa de principios del siglo XVII fueron hechos prisioneros un sacerdote jesuita y dos catequistas japoneses. Pedro Pablo Navarra (1560-1622) había nacido en el sur de Italia, y marchó a Goa en la India en 1584, donde fue ordenado un año después. En agosto de 1586 llegó a la isla de Hirado en el Japón oriental y se dedicó a aprender el idioma durante un año antes de comenzar su trabajo pastoral en Shikoku y Honshu. El P. Navarra se dio cuenta que tenía que hacerse en todo como un japonés si es que quería ser eficaz en la evangelización, de modo que logró dominar el japonés hablado y escrito, adoptó las costumbres japonesas en el vestir y en la forma de vida.

Cuando una persecución contra los cristianos en la ciudad en que vivía le obligó a cambiar de logar, se estableció en el reino de Bungo al norte de Kyushu. Pero cuando el edicto del Shogun Iyeyasu de 1614 ordenó que todos los misioneros extranjeros debían marcharse, Navarra fue uno más de entre aquellas dos docenas de jesuitas que decidieron quedarse y trabajar en la clandestinidad. Durante los siguientes siete años recorrió la provincia de Shimbara disfrazado de granjero, comerciante, vendedor de leña o mendigo: cualquier disfraz era bueno para llegar hasta los hogares de cristianos y administrar allí los sacramentos. Se sabía perseguido, así que viajaba sólo de noche. Día tras día compuso el texto japonés del libro titulado “Apología de la fe cristiana contra las calumnias de los paganos”.

Dos catequistas acompañaban al P. Navarra, Pedro Onizuka (1604-1622), adolescente cuyo padre daba asilo a sacerdotes fugitivos y Dennis Fujishima (1584-1622) que tenía casi 40 años y era cristiano desde joven.

Onizuka y Fujishima estaban con Navarra después de la Navidad de 1621, cuando los caza-sacerdotes les hicieron prisioneros junto con Navarra y su criado Clemente Yuemon, y les entregaron al daimyo de Arima que trató con respeto a los cautivos, aunque eran claramente reos de extender la religión cristiana que estaba proscrita. El daymio ofreció dejarles marchar si renunciaban al cristianismo, pero ellos rechazaron su oferta. Su propósito era trasladarlos en secreto a Macao, donde quedarían libres, pero antes de que pudiera poner por obra su propósito llegó una orden del shogun: los tres debían morir a fuego lento.

El día de su ejecución, 1 de noviembre, el P. Navarra celebró la Misa de Todos los Santos y en ella recibió los votos por medio de los cuals Onizuka y Fjishima se convertían en jesuitas. Los cuatro fueron puestos en la hoguera, pero su agonía no se prolongó demasiado, porque el daymio había dado instrucciones a sus soldados de que amontonaran la leña de modo que ardiera con rapidez.

Mártires de Japón

Originalmente compilado y editado por: Tom Rochford, SJ

Traducción: Luis López-Yarto, SJ