San Modesto Andlauer

San Modesto Andlauer

Modesto Andlauer

San

  • Death: 06/19/1900
  • Nationality (place of birth): Francia

Modesto Andlauer (1847-1900) y Remigio Isoré fueron los primeros jesuitas en morir víctimas del movimiento desatado para perseguir a los católicos y expulsar a los extranjeros de China, tras el golpe de estado de 1898, cuando la Emperatriz Viuda Ci Xi encarceló a su sobrino, el joven emperador Guangxu. China había firmado un tratado con Francia en 1858 que devolvía a los misioneros católicos el derecho a volver a China, con lo cual la Iglesia comenzó a florecer. Pero algunos se mostraban hostiles a los católicos porque no participaban en las fiestas públicas en que se honraba a las divinidades de China. A fines del siglo XIX crecía el prejuicio anti-católico y anti-extranjero, cuando surgió el potente y organizado movimiento para destruir la Iglesia conocido como Yihe tuan. Los ingleses les dieron el nombre con el que se le suele conocer, “los bóxers”, porque parte importante de su preparación era un intenso entrenamiento gimnástico. Durante la etapa de violencia conocida como “Rebelión Bóxer” se dio muerte a unos 30.000 católicos.

Los dos jesuitas murieron juntos durante el ataque de los bóxers a la misión de Wuyi. El P. Isoré había nacido en Francia y allí estudió para ser sacerdote diocesano, pero decidió hacerse jesuita antes de ser ordenado. Entró en el noviciado de Saint-Acheul in 1875 y le enviaron a China en 1882. Siete años más de formación y era ordenado sacerdote.

El padre Andlauer era cuatro años mayor que su compatriota y era natural de Alsacia. Entró en el noviciado en 1872 y fue ordenado sacerdote en Francia antes de salir para China en 1882.

Al comenzar la Rebelión Bóxer Isoré estaba destinado en Weixian, en el distrito de Zhili de Tianjin. Se había ausentado de su misión para gozar de unos días de descanso en otra comunidad de la Compañía, cuando le llegó la noticia de que los Bóxers se encontraban en las cercanías de Weixin. Isoré, no queriendo dejar solos a los suyos en aquel momento de peligro, intentó volver a la misión. Pero al llegar al poblado de Wuyi, donde tenía su puesto el P. Andlauer, vio Isoré que en la puerta de la ciudad campeaba el estandarte bóxer, indicando que ellos se encontraban ya dentro. Los bóxers habían llegado para liberar a algunos compañeros que permanecían presos en aquel lugar desde el invierno anterior.

Isoré decidió quedarse con su hermano jesuita. A la tarde siguiente los dos jesuitas escucharon el golpear de espadas en la puerta de su casa. Se metieron en una capilla y atrancaron la puerta tras ellos, pero los bóxers se abrieron paso con facilidad a través de la puerta exterior y de la puerta de la capilla. Encontraron a los dos sacerdotes de rodillas en el suelo, orando, y les atacaron con lanzas, matándolos en el acto. A continuación los decapitaron exponiendo sus cabezas en las puertas de la ciudad, a modo de brutal aviso de lo que esperaba a los cristianos si no volvían a su religión ancestral.

Mártires de China

Originalmente compilado y editado por: Tom Rochford, SJ

Traducción: Luis López-Yarto, SJ