El combate de los jóvenes contra el cambio climático
Efa Ravelonantoandro; Mialy Randrianirina - Centro
Arrupe Madagascar, Provincia de Madagascar
[De la publicación “Jesuitas 2023 -
La Compañía de Jesús en el mundo”]
Frente a las problemáticas relacionadas con los cambios climáticos, las acciones de los jóvenes de Madagascar nos muestran el papel fundamental que desempeña la juventud en la lucha contra la destrucción del planeta.
Las alteraciones del clima son los mayores desafíos globales que debe afrontar el mundo actual. Los eventos climáticos extremos muestran la creciente vulnerabilidad de la vida en la Tierra. Todo ello impacta no solamente en la agricultura, poniendo en peligro la seguridad alimentaria, sino que provoca también el ascenso del nivel del mar y la erosión acelerada de las zonas costeras. El calentamiento climático aumenta claramente la intensidad de las catástrofes naturales, la extinción de las especies y la transmisión de las enfermedades. Y aquí, en esta isla del océano Índico llamada Madagascar, debemos afrontar todos estos desafíos.
Para combatir este problema planetario, y para mitigar sus efectos, los expertos proponen medidas como la adaptación y la atenuación. La adaptación consiste en reducir los efectos perjudiciales de los cambios climáticos al mismo tiempo que se saca provecho de los beneficios que puedan provocar. En lo que respecta a la atenuación, se trata de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y de capturar el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera. Para implementar dichas medidas, se necesitan medios económicos, materiales y humanos. Según el GIEC, las generaciones actuales de jóvenes se verán fuertemente impactadas por el cambio climático a lo largo de sus vidas. Dentro de este contexto, la responsabilidad del combate a favor del cambio necesario recae primero en los jóvenes.
Nadie mejor que ellos, los jóvenes de hoy - capaces de
difundir nuevos modos de vida y nuevas tecnologías -, para contribuir a la
lucha contra el cambio climático: saben adaptarse y son capaces de asumir
rápidamente un estilo de vida y una carrera profesional con bajas emisiones de
carbono en la vida diaria. Así pues, deberíamos dar a los jóvenes la
oportunidad de participar activamente en la toma de decisiones a todos los
niveles, local, nacional y mundial. Los jóvenes tienen una nueva sensibilidad
ecológica y un corazón generoso, subraya el Papa Francisco, y se les puede
considerar como expertos en las cuestiones que afectan a sus vidas.

Los jóvenes y las ONG inician y sostienen esfuerzos a escala nacional
En Madagascar, el 71 % de sus 25,7 millones de habitantes tiene menos de 30 años. Los jóvenes de todas las regiones de esta gran isla deben crecer en autonomía y tomar parte en el cambio. Deben crear colaboraciones, implicarse en la elaboración de políticas, exigir acciones concretas y proponer soluciones. Ya es hora de que el Estado, las ONG nacionales e internacionales, así como todos los actores del desarrollo, reconozcan que los jóvenes son sus socios a partes iguales en la salvaguarda de nuestro planeta para todas las generaciones. En Madagascar, existen actualmente varias organizaciones y movimientos de jóvenes que combaten el cambio climático, como, por ejemplo: Youth for climate, Young leaders fighting climate change, Réseau Climat Océan Indien, o los movimientos de scouts y guías. Además, llueven las iniciativas por toda la isla, y no se limitan, como podía ocurrir antaño, a las actividades de reforestación.
El Centro Arrupe Madagascar (CA - MDG), centro de
formación y de investigación de la Compañía de Jesús, contribuye igualmente a
las diferentes acciones de desarrollo sostenible. Propone un panel de cuatro
programas, en el que se incluye uno sobre medio ambiente y desarrollo
sostenible (EDD). Este último programa combina, en todas sus actividades, la tercera
y la cuarta Preferencias Apostólicas
Universales. En la actualidad, el programa EDD se apoya en dos proyectos: el
primero, LIFEE (Educación para la Vida y al Medio Ambiente) y el segundo, que
busca reforzar la resiliencia climática en la zona sur de Madagascar. Están
compuestos principalmente por actividades de formación, de sensibilización y de
investigación sobre medio ambiente, y están enfocados sobre todo hacia los
jóvenes comprometidos en las organizaciones que se crean en el seno de las
diócesis.

Es preciso realizar acciones concretas para el porvenir de las generaciones futuras
La success story
de Eddie Ratovoson y Onic Vincent: tras su participación en los cursos
organizados por el CA-MDG, los jóvenes lograron organizar cuatro conferencias y
una sesión de cinco días en 2020 y en 2021, en su diócesis de origen. «Tuvimos
la oportunidad de participar en las dos sesiones de formación organizadas por
el CA-MDG. La primera se titulaba Jóvenes
Eco-responsables, esperanza para las generaciones futuras, y la segunda, Defensa y promoción de la ecología.
¡Comprometeos! Una vez concluidos los cursillos, redactamos nuestro proprio
proyecto con nuestra asociación local. Los conocimientos, las inspiraciones y
las motivaciones que descubrimos durante esos cursos nos empujaron a concretar
nuestros planes de acción. Para la formación que estamos organizando en nuestra
región, en Fenerive-Este, hemos elegido el tema “Jóvenes emprendedores
medioambientales”. Los objetivos: la contribución de los jóvenes a la
protección del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático y la
creación de empleos verdes. Al final del programa, los participantes tendrán
que realizar sus propios planes de acción».