Théodore Kodidis SJ – Arzobispo de Atenas para crear vínculos
No hay tantos obispos jesuitas. San Ignacio estipuló en las Constituciones que los jesuitas debían rechazar las “dignidades eclesiásticas” - lo que incluye los cargos jerárquicos en la Iglesia - a menos que el Papa lo solicitara explícitamente. El Papa Francisco ha hecho esta petición en varias ocasiones, cuando ha juzgado que un jesuita era el mejor preparado para hacerse cargo de una diócesis. Es el caso de Atenas, donde el pasado otoño nombró arzobispo al padre Théodore Kodidis, uno de los pocos jesuitas de nacionalidad griega. Él visitó la Curia General a finales de diciembre, y hemos recogido sus comentarios sobre cómo ve su misión.
Grecia es un país ortodoxo; ¿quiénes son los católicos romanos en Grecia y cuál es su lugar en el panorama confesional del país, concretamente en Atenas?
Los católicos griegos representan menos del 1% de la población griega. Me gusta decir que su presencia es una ventana en la casa, una de sus ventanas. Sin estas pequeñas ventanas la casa se quedaría a oscuras, cerrada. La comunidad católica es una apertura a la alteridad, al mundo exterior. Facilita la comunicación y el entendimiento con el mundo exterior. Debe evitar que el pueblo y la cultura griegos se encierren y se aíslen.
El
peso de la historia es grande. El Occidente, y el papismo ligado a él en el
imaginario de las Iglesias orientales, son considerados adversarios. Esta
concepción está a veces bien fundada y a veces sirve de justificación fácil,
pero está profundamente arraigada en el imaginario griego. Pero también puede
encontrarse en Bulgaria, Serbia y Rusia. Durante mil años, tanto los
sentimientos de atracción como de hostilidad hacia Occidente han dividido al
pueblo griego, su cultura y su política. Es una división que nosotros, los
griegos, todavía llevamos dentro.
¿Puede la Iglesia católica desempeñar un papel favorable para un cambio de perspectiva?
En este contexto, la visita del Papa Francisco a nuestro país adquiere toda su importancia y significado. La presencia del Papa ha contribuido a cambiar el imaginario histórico que ve al Papa, y por tanto al catolicismo, como un adversario histórico de la ortodoxia. El Papa Francisco ama las fronteras y las periferias. Ha realizado una labor de reconciliación en Chipre y Grecia. Los medios de comunicación, la gente y los gobiernos facilitaron este encuentro y participaron de todo corazón. El sínodo de la Iglesia Ortodoxa Griega se mostró reticente y reservado, pero en general fue un encuentro amable.
¿Qué es esta comunidad católica que usted tiene a cargo?
La comunidad católica, desde hace 20 años, es un mosaico de pueblos de muchos orígenes, lenguas y culturas. Nuestro objetivo es formar una Iglesia basada en la fe en Jesucristo y en su Evangelio de salvación para la humanidad. Dada esta multiplicidad cultural y el contexto que he descrito, no es una cuestión fácil, pero sí una hermosa tarea evangélica. Se trata de vivir una nueva fraternidad.
Un
tema relacionado es que a menudo me preguntan sobre la secularización de la
sociedad griega. Aquí también está presente. Pero no es tan violenta como en
Occidente. Creo que los pueblos orientales de Europa están mejor arraigados en
su cultura y su tradición espiritual. Sin embargo, es una realidad. Por ello,
la Iglesia tiene que aceptar algunos rasgos de la modernidad, manteniendo las
distancias con otros. Ella debe discernir.
¿Hay algún texto bíblico que le inspire en su nuevo ministerio como obispo?
En relación con lo que acabo de decir, hablaría del episodio del joven adolescente Jesús que se queda en el Templo de Jerusalén sin que sus padres lo sepan.
“¿Por qué me buscan? ¿No saben que debo estar en la casa de mi Padre?”, dice a María y a José. Aquí Jesús comienza a distanciarse. No estaré siempre con vosotros, debo permanecer en la casa de mi Padre, el lugar al que pertenezco: allí están mis raíces, mi identidad.
La
Iglesia y cada creyente deben hacer lo mismo. Estar arraigados en la casa del
Padre y al mismo tiempo saber conducir nuestra vida cuando estamos con otros y
en otros lugares. Este pasaje me parece significativo. La Iglesia católica ha
hecho un gran esfuerzo en las últimas décadas para salir al encuentro del
mundo, para estar con el mundo. ¿Se ha preocupado también de estar siempre y al
mismo tiempo arraigada en la casa del Padre? Este es un pasaje del Evangelio
que creo debemos meditar.