Treinta y cinco años de compromiso y lucha por los derechos humanos
El Centro Prodh, ONG reconocida por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, que da fe de la calidad de su trabajo, es una organización acreditada también ante la OEA (Organización de Estados Americanos) que lleva 35 años comprometida con la defensa de quienes, en México, están marginados o no pueden hacer oír su voz.
Durante una visita a Ciudad de México, hemos conocido a su actual director, Santiago Aguirre Espinosa, y a su fundador, el padre jesuita Jesús Maldonado. Estas son algunas respuestas a las preguntas que les planteamos.
¿Se puede decir que el P. Miguel Pro significa, todavía hoy, una inspiración, para el Centro que ustedes animan?
La
vida del beato jesuita Miguel Agustín Pro Juárez evoca injusticias que hoy en
día siguen ocurriendo en México. Fue ejecutado extrajudicialmente por el
Ejército mexicano. El P. Pro permanece como una inspiración sobre todo para quienes
en el equipo se han acercado a su legado desde una perspectiva de fe, mientras
que para otras y otros integrantes del equipo la inspiración principal es lo
que el propio Centro, bajo su nombre, ha logrado a lo largo de más de treinta
años de acompañamiento a personas víctimas de abusos e injusticias.
¿Cuál es hoy en día el “estado de salud” de los derechos humanos en México? ¿Y cómo ha contribuido el Centro ProDH a la evolución de la situación a lo largo de los años?
En el contexto de la “Guerra contra las Drogas”, el país vive una enorme crisis de violencia y violaciones de los derechos humanos. Según los organismos internacionales, México necesita reforzar el Estado de Derecho y su sistema judicial. Una de las caras más atroces de la situación: la desaparición o el asesinato de decenas de miles de personas.
Hace 35 años no se conocía lo que eran los derechos humanos entre la población en general, ni siquiera entre las clases altas. En la actualidad, hay unos 100 grupos de DH distribuidos por todo el país. El Centro Pro ha contribuido mucho a esta concienciación y se implica en la reivindicación de los derechos a través de “la defensa integral de causas emblemáticas”. Esto significa apoyar la defensa jurídica gratuita y el acompañamiento de las personas que luchan por la justicia.
Ustedes se han involucrado en el tema de los “desaparecidos”... algo en sí mismo sorprendente. ¿Por qué surge? ¿Qué pueden hacer concretamente al respecto?
Denunciar
la desaparición forzada de personas en México ha sido parte importante de la
labor del Centro Prodh.Hace unas semanas los registros oficiales dieron
cuenta de más de 100.000 personas desaparecidas en México. La crisis rebasó a
un Estado mexicano incapaz de desarrollar mecanismos efectivos para prevenir y
atender la crisis desde un enfoque de derechos humanos. Por el contrario, la
política de seguridad militarizada que detonó la crisis de graves violaciones a
derechos humanos se ha mantenido y profundizado a lo largo de tres
administraciones, so pretexto de combatir al crimen organizado.
Ante los enormes retos que conlleva esta situación y desde lo que podemos aportar como Centro Prodh, hemos acompañado la búsqueda de verdad y justicia de numerosas familias que buscan a sus seres queridos, reinventándonos para responder de la mejor manera a la crisis y poniendo al servicio de las víctimas nuestras capacidades y recursos técnicos, materiales y humanos.
Ante la magnitud de la crisis de desaparición de personas y un incremento exponencial de solicitudes de acompañamiento que recibimos en el Centro Prodh, identificamos como una forma de dar respuesta el desarrollar un esquema de acompañamiento a colectivos que hemos fortalecido a lo largo de los últimos años, para ayudarles a conocer los procesos de investigación, sus derechos dentro de estos y dar seguimiento a sus carpetas de investigación.
El Centro Prodh ha ocupado a veces el centro de algunas polémicas. Por ejemplo, debido a su apoyo a los derechos de la mujer. Se le ha acusado de desviarse de las normas de la Iglesia Católica. ¿Qué nos dice al respecto?
La respuesta es sencilla:El Centro Prodh no ha tomado una postura oficial en contra de alguna de las normas oficiales de la Iglesia, nunca!El Centro Prodh tiene una postura clara a favor de la defensa de los derechos de las mujeres, en los más amplios términos en que estos pueden entenderse, a partir del entendimiento progresivo de los mismos con base en el derecho internacional de los derechos humanos y en lo que nuestra propia Suprema Corte de Justicia de la Nación mexicana ha resuelto.
Insertos
como estamos en una cultura machista y patriarcal, no dudamos que tenemos aún
innumerables retos por delante, tanto ad
intra como ad extra, por cuanto
hace a contribuir efectivamente a la construcción de una sociedad más justa
entre hombres y mujeres. Eso sin duda lo compartimos con la Iglesia, que aún
tiene mucho por hacer para asegurar un lugar digno a las mujeres en todos los
espacios.
El Centro es una obra “social” de la Compañía de Jesús. ¿Considera que su compromiso tiene una dimensión pastoral, evangélica?
Fundamentalmente se da un apoyo legal, un acompañamiento humano y cristiano. Algo así como le hacía Jesús; si tenían hambre, les daba de comer. Cuando los padres y madres de los desaparecidos vienen a México a exigir a las autoridades que se encuentre a sus hijos y a exigir que se haga justicia, les damos asesoría legal gratuita, se dialoga con las autoridades para que se impulse la búsqueda, se les da hospedaje y de comer a los padres y madres gratuitamente. También cuando vienen, con frecuencia celebramos la Eucaristía en nuestro auditorio, para consuelo de los padres y madres, para compartir con ellos la Fe, la esperanza.
¿Qué esperanzas tienen o qué esperanza les sostiene?
Consideremos que tenemos un futuro esperanzador. Cotidianamente, constatamos en el Centro Prodh la esperanza de las víctimas que pese a toda la adversidad siguen luchando por justicia y verdad con resiliencia y generosidad.
Nuestro caminar es
con hombres y mujeres de bajos recursos, que sufren injusticias por parte de
las autoridades y se les acompaña con asesoría legal. Dando a conocer
públicamente sus casos en la radio o la televisión y en la prensa escrita. Así
podríamos comentarle un caso de unas Indígenas Yañ”u que fueron encarceladas y
condenadas a 7 años de cárcel. Con la asesoría que se les brindó se consiguió
que las liberaran y que el Procurador General de Justicia de la Nación, les
pidiera perdón en un auditorio con unas 250 personas, que por supuesto
aplaudimos durante 10 minutos. No fue poca cosa.