Luiz Fernando Klein, SJ - Delegado de Educación de la CPAL
[De la publicación “Jesuitas 2023 - La Compañía de Jesús en el mundo”]

Respuesta de la Compañía de Jesús a este Pacto propuesto por el Papa Francisco.

Llamado del Papa

El 12 de septiembre de 2019 el Papa Francisco sorprendía, una vez más, a la humanidad con una invitación sin precedentes: participar de un gran encuentro en mayo del año siguiente en el Vaticano, para construir un Pacto Educativo Global. Esa iniciativa era inédita porque se dirigía a toda la humanidad; pero en especial a los gobernantes, a los responsables por la educación y también a los jóvenes. A estos el Papa dirigía una palabra particular: «Hago un llamado también a vosotros, jóvenes, para que participéis en el encuentro y para que sintáis la responsabilidad de construir un mundo mejor».

El Papa pretende dos objetivos. El primero es reanimar el compromiso con las jóvenes generaciones, mediante un trabajo educativo con estas características: 1) más abierto e incluyente; 2) disponible para una escucha paciente, y 3) de diálogo y mutua comprensión. El segundo objetivo es discernir el modo como se está construyendo el planeta y buscar modos de revertir las fragmentaciones y rupturas de la sociedad actual, en relaciones humanas fraternas, armónicas y solidarias.

La principal razón que el Papa invoca para esta movilización es lo que él denomina la «ruptura del pacto educativo». La familia, la escuela y la sociedad han renunciado efectivamente a realizar un trabajo integrado, y ya no se entienden ante el desafío de revertir la «catástrofe educativa» actual con casi 300 millones de niños y jóvenes privados de educación. El modelo ha resultado fallido y desconectado de la realidad pues insiste en transmitir contenidos, desinteresándose del mundo de los valores, del ejercicio de las competencias y de la apertura a la trascendencia. Todo ello ha conducido a esta lamentable situación de quiebra de la fraternidad, aumento de la violencia, «globalización de la indiferencia», «cultura del descarte» de niños y ancianos, explotación irracional del medioambiente. Todo ello afecta profundamente la educación de niños, jóvenes y adultos.

Ejes de acción

Al proponer el Pacto Educativo Global, el Papa no sugiere acciones ni programas concretos, pero en sus pronunciamientos se pueden ver tres ejes de actuación en los cuales los jóvenes tienen capacidad para influir: 1) Restauración de la fraternidad, 2) Restauración del proyecto educativo y 3) Construcción de la aldea educativa.

En primer lugar, la fraternidad. Ella, antes de ser un deber moral y una exigencia religiosa, es un dato antropológico básico ante el cual el joven se siente atraído, la vive espontáneamente y es motivado a contribuir.

En segundo lugar, es necesario renovar el proyecto educativo, pues el actual es netamente intelectualista, desconectado de la realidad y, por ello, fallido. El Pacto Educativo Global requiere, por eso, escuchar a los jóvenes, tomar en serio sus dificultades, sus críticas y sus sugerencias. Compete a los jóvenes discernir, con objetividad y profundidad - junto con sus educadores y otros muchos actores sociales - el modelo de educación que se debería implementar.

El tercer eje para implantar el Pacto Educativo Global es construir la «aldea de la educación». El Papa la presenta como un entramado de relaciones humanas y abiertas que llevan a la convergencia de voluntades, a la construcción de relaciones justas y pacíficas, de acogida y de diálogo entre los grupos sociales y entre las religiones. Esto significa entrar en contacto con muchas instancias de la sociedad y de las iglesias para sensibilizarlas, ayudarlas a concientizarse y a movilizarse en la creación de un nuevo modelo de sociedad, de progreso, de desarrollo social, político y económico.

Compromiso con los jóvenes

La Exhortación Apostólica Christus vivit del Papa Francisco es una proclamación de confianza en la juventud, de esperanza en su actuación restauradora de los valores del Evangelio, de caridad con sus sufrimientos y perplejidades. En ella el Papa alienta a los jóvenes a no dejar de participar: «no esperen a mañana para colaborar en la transformación del mundo con su energía, su audacia y su creatividad. La vida de ustedes no es un “mientras tanto”» (CV n. 178).

La Compañía de Jesús ofrece su celo pastoral a los jóvenes en muchas instituciones, como colegios, universidades, parroquias, centros sociales, de cultura, de espiritualidad, de pastoral juvenil, de comunicación. Conforme a la 3ª Preferencia Apostólica para el decenio 2019-2029, la Compañía se dispone a acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador. Por eso, la Compañía se dispone a ir junto con los jóvenes en la adhesión al Pacto Educativo Global. Dicho acompañamiento no implica una tutela, sino un ir junto con ellos, alentando su liderazgo, respetando su ritmo, escuchando sus anhelos, sirviéndolos en sus necesidades, consolándose con su testimonio.

¡El Pacto Educativo Global es una oportunidad inédita de primera importancia para que todos colaboremos!