San Gabriel Lalemant

San Gabriel Lalemant

Gabriel Lalemant

San

  • Death: 03/17/1649
  • Nationality (place of birth): Francia

Gabriel Lalemant (1610-1649), jesuita desde los 19 años y sacerdote a los 27, era un intelectual, profesor y administrador universitario, de cuerpo frágil pero con un deseo fuerte de ir a las misiones entre los hurones. Tras siete meses allí fue capaz de hablar la lengua nativa. Fue ayudante del Juan de Brébeuf durante un mes, y luego compañero suyo en el martirio durante 17 largas horas.

Bajo la inspiración de su tío, misionero en la Nueva Francia, Gabriel Lalemant, en su deseo de ser misionero, hizo voto especial de dedicarse a las misiones en cuanto pronunciase los votos al final de noviciado. A pesar de su entusiasmo le dieron la misión de enseñar. Solía pedir ir a misiones todos los años, y cada año se lo negaban por su mala salud. Por fin su petición fue aceptada, probablemente por intercesión de otros tío suyo, jesuita, que acababa de ser nombrado superior de las misiones.

El 13 de junio de 1646 salían de La Rochelle Lalemant y otros tres jesuitas, y llagaron a Quebec el 20 de septiembre. Antes de empezar un trabajo pastoral concreto, tuvo que dedicar dos años al aprendizaje de la lengua y las costumbres de los hurones. Por fin en agosto de 1646 partió para Sainte-Marie, el puesto misionero central, con un grupo de hurones que habían venido a Quebec a vender pieles. Dedicó algunos meses más al estudio de la lengua hasta comenzar, en compañía del P. Juan de Brébeuf, una gira semanal de visitas a los poblados vecinos. A pesar de tantos años pidiendo las misiones y de su larga preparación, su ministerio duró poco, porque pronto fue llamado a unir su propio sacrificio al que ofrecía a diario en la Misa.

Habían pasado sólo seis meses desde su llegada a Sainte-Marie, cuando salió con Brébeuf hacia el poblado de Saint-Louis. Aquella noche los iroqueses atacaron un poblado no lejano, y los dos jesuitas entendieron que Saint-Louis sería el siguiente. El 16 de marzo por la mañana los iroqueses atacaron el poblado hurón venciendo fácilmente sus defensas. Hicieron prisioneros a los dos jesuitas, que se habían negado a huir al bosque antes del ataque. Los invasores les arrancaron las uñas y les chuparon los dedos, antes de obligarles a correr desnudos por la nieve hasta otro poblado donde les esperaban otros guerreros iroqueses. Los cautivos tuvieron que correr entre dos filas de guerreros que les golpeaban, y llevados hasta dos postes donde habían de recibir muerte. Parece que Lalemand tuvo que ser espectador de los tormentos de Brébeuf antes de que le llegara la hora del tormento, a las seis de la tarde. Pusieron fuego alrededor de sus pies y luego le quemaron con hachas al rojo, vertiendo agua hirviendo sobre su cabeza. Tras esto le cortaron los pies y le sacaron los ojos, poniendo carbones encendidos en los huecos. A continuación hicieron una pausa nocturna, para que su víctima soportara otro día de tortura. Al día siguiente le introdujeron madera ardiendo en la boca y le cortaron la lengua. Pero el P. Lalemand mostró ser tan valeroso como su compañero, y rehusó gritar pidiendo clemencia. Por fin le arrancaron el corazón y se lo comieron para apoderarse de su valentía. Este jesuita de 36 años murió tras 15 horas de increíbles tormentos. Su cuerpo, junto con el Juan de Brébeuf, fue sepultado cerca de la puerta de la capilla en Sainte-Marie.

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Originalmente compilado y editado por: Tom Rochford, SJ

Traducción: Luis López-Yarto, SJ