San Juan Ogilvie

San Juan Ogilvie

John Ogilvie

San

  • Death: 03/10/1615
  • Nationality (place of birth): Escocia

Juan Ogilvie (1579-1615) ejerció el apostolado en su nativa Escocia sólo durante 11 meses, al retorno a su patria tras 22 años en el extranjero. Es el único mártir escocés canonizado de tiempos de la Reforma, y tenía sólo 36 años cuando entregó su vida a Cristo.

Ogilvie había recibido una formación calvinista, pero en 1596 decidió hacerse católico mientras estudiaba en Francia, Alemania a Italia. Asistió al colegio escocés en Lovaina, y allí se reconcilió con la Iglesia Católica. Al cierre de dicho colegio por dificultades de financiamiento, estudió con los benedictinos, para cambiarse después al colegio de los jesuitas en Olomouc. Fue admitido en la provincia de Austria de la Compañía en Brno, Moravia, el 5 de noviembre de 1599, y estudió filosofía en Graz y Viena, y teología de nuevo en Olomouc. Recibió la ordenación en París hacia finales de 1610.

Ogilvie deseaba mucho volver a su país para desarrollar allí un trabajo misionero, pero Escocia era por el momento muy peligrosa para un sacerdote católico. Trabajó en Ruoen durante tres años, antes que le anunciasen que comenzaría su apostolado en Escocia. Desembarcó en Leith, Escocia, en noviembre de 1613, disfrazado como si fuera un tratante en caballos llamado John Watson. Poco a poco se fue abriendo camino hasta Edimburgo, donde logró notable éxito en reconciliar a las personas con la Iglesia. El 3 de octubre se dirigió a Glasgow donde debía recibir cinco individuos que volvían a la Iglesia: uno de los cinco, Adam Boyd, lo delató al obispo protestante.

Boyd notificó al arzobispo la llegada de Oglivie y le ayudó a planificar su captura. Cuando Oglivie estaba esperando en determinado lugar de la plaza del mercado para que lo condujesen a donde había de celebrar, se encontró rodeado de hombres que lo llevaron ante el arzobispo en una casa cercana. El arzobispo abofeteó a Oglivie; acto seguido le golpearon también los demás antes de llevarle preso al palacio episcopal. El primer interrogatorio tuvo lugar al día siguiente, pero Ogilvie no quiso aceptar la supremacía del rey en materia religiosa.

Sus captores encerraron entonces a Ogilvie en una celda oscura y maloliente, y lo torturaron para lograr que colaborase más en el siguiente interrogatorio, que se celebró el 12 de diciembre en Edimburgo, ante un consejo nombrado por el rey Jacobo I. Al negarse Oglivie a deponer sus convicciones, fue sometido a la tortura de la privación de sueño durante los siguientes nueve días. Finalmente le interrogaron por tercera vez el día 22 de diciembre. A pesar de estar físicamente destrozado y mentalmente exhausto, el jesuita rechazó revelar los nombres de los católicos que asistían a sus celebraciones o le ayudaban. La autoridad le devolvió a la cárcel de Glasgow, donde comenzó a escribir la historia de su arresto y su prisión. Se las arregló para sacar el escrito, página a página, gracias a la buena voluntad de los que venían a visitar a otros presos.

Ogilvie fue sometido a un cuarto interrogatorio el 18 de enero de 1615, cuando le pidieron que respondiera a algunas preguntas formuladas por el mismo rey. Las preguntas se referían a la supremacía religiosa, y estaban formuladas de manera que no las podía responder sin renunciar al catolicismo o condenarse a sí mismo.

Ogilvie respondió sin ambigüedades que el papa era superior en materia religiosa, y que el papa tenía poder no sólo para excomulgar al rey, sino incluso para deponerle. Estas respuestas significaban su muerte, de modo que Oglivie comenzó a prepararse para su subida al cielo tan pronto como fue devuelto a la celda.

Cuando Jacobo I leyó las respuestas de Oglivie ordenó que el juicio del sacerdote tuviese lugar el 10 de marzo, bajo amenaza de pena de muerte si no se retractaba. El juicio de Ogilvie se tuvo en la Tolbooth de la plaza de Glasgow; se acusó al jesuita no de celebrar Misa y convertir protestantes, sino de traición por negar la jurisdicción espiritual del monarca y de mantener el primado espiritual del papa. Dos horas después de comenzado el juicio el jurado lo halló culpable y lo condenó a ser colgado y descuartizado esa misma tarde.

Ogilvie pasó tres horas en oración mientras los jueces y el jurado iban a comer. A continuación vino el alguacil que debía conducirlo a la plaza pública para su ejecución. Sosteniendo en sus manos el rosario subió al cadalso y oró brevemente antes de que el verdugo le atase las manos y le hiciese subir los últimos peldaños. Cuando el verdugo le empujó al vacío desde la escalera, Ogilvie aún no falleció en el acto, de modo que el verdugo le agarró por las piernas, tirando para que terminase su agonía. Aunque le sentencia incluía el descuartizamiento, el cuerpo de Oglivie fue enterrado fuera de la ciudad en un lugar destinado a criminales.

Otros Mártires de la fe católica después de la Reforma

Originalmente compilado y editado por: Tom Rochford, SJ

Traducción: Luis López-Yarto, SJ