Beato Juan Nicolás Cordier

Juan Nicolás Cordier (1710-1794) Sobrevivió a la Revolución Francesa, solo para caer víctima de la violencia durante el Terror. Originario de Souilly, en el ducado de Lorena, Cordier entró en la Compañía el año 1728, y estudio filosofía antes de enseñar en los colegios de Dijon, Auxerre y Autun. Tras los estudios de teología alcanzó un doctorado, pasando a enseñar filosofía en Estrasburgo y luego teología en Pont-à-Mousson. Ocupó más tarde el puesto de prefecto de estudios y de superior en la residencia de St. Michel, donde se quedó como capellán de un convento de religiosas al ser suprimida la Compañía.

En 1790 el gobierno suprimió todas las órdenes religiosas de Francia, y Cordier hubo de aceptar la acogida que le ofrecía el canónigo George-François Steinhoff en Verdun. A pesar de su avanzada edad Cordier fue arrestado el 28 de octubre de 1793, y se dio la orden para su deportación. Hubo de esperar en prisión seis meses antes de poder incorporarse al convoy de sacerdotes prisioneros que se dirigían a Rochefort para ser deportados al África. El 19 de junio se embarcaba el anciano sacerdote en la nave “Washington”, un viejo buque de esclavos, que nunca llegó a zarpar debido al eficaz cerco con que la armada inglesa bloqueaba la costa francesa.

Los deportados soportaban condiciones terribles, hacinados en aquella insalubre bodega. Durante el día se les permitía salir a cubierta, pero el espacio era tan reducido que apenas podían mantenerse en pie unos junto a otros. La única comida del día, judías hervidas y pan agusanado y rancio, no bastaba para impedir la aparición de problemas respiratorios, escorbuto y tifus. Cada noche moría algún sacerdote, y las muertes aumentaban con el calor del verano. Finalmente las naves tuvieron que desplazarse río abajo del puerto, y se improvisó un hospital en una isla del canal. Cuando enfermó Cordier le llevaron al hospital, que en realidad no era sino una prolongación del barco-prisión. Allí falleció y fue enterrado en la arena con otras 254 víctimas.

Otros mártires de la era de secularización

Originalmente compilado y editado por: Tom Rochford, SJ

Traducción: Luis López-Yarto, SJ