“Vivir para Dios, ser líderes para Nepal”: una invitación al compromiso político
Muchas de las instituciones educativas de la Compañía en Asia meridional cuentan con un gran número de ex alumnos que apoyan sus proyectos y los programas que desarrollan, asegurando así el influjo de la Compañía de Jesús en la sociedad civil. Es el caso del St. Xavier’s College de Jawalakhel en Katmandú, A continuación presentamos algunos párrafos del mensaje del Padre General a los antiguos alumnos del St. Xavier.
El lema de San Javier es “Vivir para Dios, ser líderes para Nepal”.Me consta que ustedes, ex alumnos, ejercen ya diversos tipos de liderazgo en los más diversos campos: en el de los negocios, el turismo, la banca, los servicios civiles, el ejército y el mundo empresarial. Me alegra saber que están viviendo el lema de la escuela. Con todo, me gustaría hacerles una invitación y plantearles un desafío. Actualmente somos testigos de una crisis de liderazgo en la esfera pública. Los líderes políticos nos han llenado los oídos de promesas vacías y frecuentemente se escucha el lamento de que no somos bien gobernados. Quizá nosotros mismos tengamos culpa en ello, y lamentarnos como espectadores no vaya a mejorar en nada la situación. Es imperiosa la necesidad de que hombres y mujeres honestos dejen a un lado sus carreras personales para dedicarse al servicio público. Sí, me haría feliz ver que muchos más de ustedes asumen el reto de proporcionar un verdadero liderazgo administrativo y político al Nepal. Creo que esa sería la manera de hacer que el lema de la escuela se hiciese más convincente y eficaz.
Me informan de que la Asociación de Ex alumnos de Godavari (GAA) es una de las asociaciones de ex alumnos más dinámicas y eficaces del país. La GAA está comprometida con el trabajo social y diversos proyectos ecológicos. Se trata de dos necesidades de la mayor importancia y urgencia.
Una palabra sobre la pobreza y la desigualdad: Los avances tecnológicos han dado lugar a una explosión de bienes materiales y una amplia variedad de servicios. Sin embargo, estos siguen estando fuera del alcance de los pobres, millones de los cuales libran una batalla diaria para sobrevivir. Debido a diversas razones sociales, políticas, económicas y religiosas, millones son empujados a los márgenes de la sociedad.
Otra palabra todavía sobre la crisis ecológica: Nuestro derroche de recursos materiales ha causado una rápida degradación del medio ambiente natural. Los pobres y marginados son los más afectados por esta crisis. Estamos llamados a escuchar el grito de la tierra y el grito de los pobres, haciendo todo lo posible por cuidar nuestra casa común.
El inmenso sufrimiento e injusticia que vive nuestro mundo es un escándalo que va en contra del plan de Dios y ofende al concepto mismo de dignidad humana. Las instituciones de la Compañía están comprometidas con la formación de “hombres y mujeres para y con los demás”, frase muy querida para mis predecesores, el P. Pedro Arrupe y el P. Peter-Hans Kolvenbach. Nos esforzamos por construir estructuras que apoyen a los pobres y les ayuden a alcanzar un nivel de vida razonable. Al mismo tiempo, buscamos formar las conciencias, para favorecer la cultura de la fraternidad y la aceptación.
En los últimos tiempos se ha hecho más urgente la reconciliación con la creación. Esto hace necesario un enfoque multifacético que desafíe los modelos de desarrollo dominantes y promueva un mayor respeto por la creación de Dios. A nivel macro, queremos unirnos a otros expertos para descubrir las raíces y soluciones de la crisis ecológica, a la vez que reconocemos el desafío que supone cuestionar nuestros propios patrones de consumo y adoptar estilos de vida que reflejen nuestro compromiso.
Los jesuitas no podemos hacer todo esto solos. Necesitamos la cooperación y colaboración de todos ustedes. Es mucho lo que podemos realizar y hacer juntos. Me consuela mucho saber que ustedes están ya presentes en estas dos áreas: la del trabajo social y la de la ecología. Les animo, en el espíritu del “magis” (que es una palabra latina en la espiritualidad de los jesuitas) a hacer más en esta línea y a hacerlo cada vez mejor.