Leyendo Centroamérica hoy en día
El Provincial de América Central visitó recientemente la Curia General, y tuvo la oportunidad de hablar con los miembros del Consejo del Padre General. He aquí algunos ecos del retrato -bastante oscuro, en definitiva - que dibujó el padre “Mingo”. Dejémosle hablar.
Por José Domingo Cuesta SJ, Provincial de América Central
La Provincia Centroamericana está conformada por seis países con una riqueza cultural y humana muy grande, pero con conflictos sociales que marcan nuestra historia. La desigualdad brilla con intensidad en Centroamérica. A esto se suma la violencia y el ser vulnerables a una serie de desastres naturales, tanto por su propia ubicación geográfica como por la falta de prevención estatal. La debilidad institucional, la corrupción y la cultura consumista debilitan los procesos democráticos. Los jesuitas estamos comprometidos en acompañar al pueblo. Dada esta realidad, el Padre General me pidió presentar a su Consejo la situación sociopolítica de El Salvador y Nicaragua.
El Salvador
Para la población salvadoreña los principales problemas del país son la situación económica y la violencia.
La violencia la sufren principalmente las clases medias bajas y las clases pobres en sus barrios, en los cuales el control lo tienen las pandillas: extorsiones, robos, amenazas, acoso, desapariciones y homicidios son frecuentes en la vida de estos grupos sociales.
La situación económica es tremendamente desigual. Mientras el 20% de la población con mayores ingresos, acapara el 50% de los ingresos, el 10% de la población con menores ingresos, tiene que vivir con apenas el 2.5% de los ingresos. El 35% de la población vive bajo la línea de pobreza.
Esta situación tan precaria para la población ha ido generando un gran desencanto entre la gente, que se reflejó en lo político. Frustrados porque ni la derecha ni la izquierda respondieron a las necesidades de la población, buscaron otras alternativas políticas. Nayib Bukele, actual presidente del país, llegó a la presidencia después de haber sido alcalde de la capital San Salvador por tres años. En esta plataforma logró gran popularidad entre la población por su juventud, sus ideas novedosas, su comunicación constante a través de las redes sociales y su independencia ideológica. Las promesas electorales de Bukele fueron acabar con la corrupción y transformar el país utilizando los recursos que estarán disponibles porque nadie robará.
Desde que Bukele asumió la presidencia de la república (el 1 de junio de
2022), ha actuado con prepotencia, acosa a los grupos críticos de sus
políticas, especialmente a los medios de comunicación, y su forma de gobernar
puede caracterizarse de autocrática.
El gran desafío de El Salvador es detener el deterioro del sistema democrático y recuperar el estado de derecho. Es decir recuperar la independencia de los poderes y que se respete la libertad de expresión y los derechos humanos fundamentales, especialmente para los sectores críticos al gobierno.
En esto contexto,las relaciones entre la UCA, la universidad de la Compañía, y el gobierno de El Salvador han tomado un carácter conflictivo en función de la crítica que la universidad realiza al gobierno de Nayib Bukele. Al mismo tiempo, se ha reabierto a investigación el asesinato de los jesuitas de la UCA (1989). La Compañía quiere que se conozca la verdad, que no se politice la memoria de los mártires y que se logre investigar otros casos de envergadura en el país.
Nicaragua
Es el momento de mayor fragilidad en la historia de la Compañía en Nicaragua. Se vive en una dictadura que ha violado diversosderechos humanos, libertad de prensa, de expresión, de movilización, etc. El 24 de abril, el gobierno sandinista expulsó a la OEA del país. Desde 2018 se criminalizó el derecho a la protesta pacífica y se apresó a los opositores: presos políticos. A partir del 1 de febrero iniciaron los juicios políticos, todos son condenados. Sobresale la impunidad gubernamental. El fenómeno migratorio es alto (cerca de 200.000 personas): todo el que puede irse del país, se va.
Las relaciones del gobierno con la Iglesia y las congregaciones religiosas son pésimas. La “ley de agentes extranjeros” tiene contra las cuerdas a muchas instituciones religiosas que para su funcionamiento reciben donaciones del exterior. Prácticamente les hace imposible recibir las donaciones. La Conferencia episcopal está maniatada. El poder político logró sacar del país al Nuncio. El gobierno está furioso contra la Iglesia católica (los acusa de golpistas). A algunos sacerdotes le han cancelado su residencia, otros no pueden entrar al país y a la mayoría les dificulta la renovación de su residencia.
Conclusión
A pesar de este panorama, vivimos alimentados con la esperanza de nuestros
pueblos, una Centroamérica unida, libre de injusticias, respetuosa de la multitud de
culturas, donde podamos vivir sin necesidad de emigrar y el desarrollo sea
inclusivo y compartido por todos. Centroamérica goza de una enorme nube de
testimonios martiriales; ellos/as nos mueven a seguir trabajando a favor de los
más desfavorecidos y por una región libre de violencia e impunidad. Desde la
experiencia liberadora del Dios de Jesús, queremos seguir luchando contra la
exclusión, la desigualdad y la corrupción, fomentando jóvenes solidarios desde
un compromiso con los más vulnerables.