Peregrinación y Vía Crucis tras las huellas del Santo Santiago Berthieu
El Papa Benedicto XVI canonizó al primer mártir de Madagascar, el jesuita Santiago Berthieu el año 2012. Hay en Ambiatibe un santuario dedicado al P. Berthieu, donde fue fusilado tras un penoso viaje de 12 km sometido a maltratos por sus perseguidores. Aquel pueblo, los Menalambas, se oponía a la presencia francesa en la isla. Consideraban enemigos a todos los franceses. Y sentían especial aversión por el misionero Berthieu que, en su opinión, debilitaba la potencia de los ídolos que sostenían en el poder a sus jefes tradicionales. Era una compleja situación político-religiosa que desembocaría en la violencia.
Durante
su visita a la Provincia de Madagascar a principios de octubre, el Padre
General Arturo Sosa tuvo ocasión de visitar el santuario de Santiago Berthieu.
En el recinto del santuario bendijo, junto a otros monumentos, la última “estación”
del Vía Crucis del Padre Berthieu. Celebró la Eucaristía con los jóvenes y la
gente de Ambiatibe. Y tuvo oportunidad de escuchar al director del santuario,
el jesuita Pierre André Ranaivoarson, en su explicación sobre la labor pastoral
del santuario, que trata de poner en relación el Vía Crucis del mártir malgache con los Ejercicios Espirituales de
San Ignacio.

El padre Pierre André puso de relieve que este santuario es mucho más que un terreno en que se levanta la iglesia con sus estructuras de acogida. En realidad se trata del camino de dolor y victoria que tuvo que seguir el padre Berthieu, desde el pueblo de Ambohibemasoandro hasta el río de Mananara, cerca de Ambiatibe. Es, pues, un santuario que abarca 12 km, e incluye pueblos, iglesias, manantiales y diques a través de los cuales el jesuita se enfrentó a una gran violencia y en los que dio testimonio de su adhesión a la fe y de su unión a Cristo sufriente y resucitado.
Santiago Berthieu era ya sacerdote diocesano en Francia cuando se incorporó a la Compañía de Jesús. Le atrajeron especialmente los Ejercicios Espirituales, responsables de su unión a Jesús. Durante el noviciado descubrió la veneración al Sagrado Corazón de Jesús, no como una simple devoción popular, sino como profunda adhesión al misterio del sufrimiento, muerte y resurrección del Señor Jesús. El Sagrado Corazón, decía, contiene toda la fe.
Así,
desde el momento de su captura en un pueblo protestante -una familia
protestante había tratado de darle cobijo-, su apoyo fueron los Ejercicios
Espirituales, cuando se enfrentaba a la violencia física, verbal y moral de sus
verdugos. Consideraba los Ejercicios como instrumentos espirituales de gran
poder y muy eficaces para dar testimonio de una fe en Cristo audaz y valiente.
Las meditaciones sobre los “Tres Grados de Humildad” [Ej 165-168] y la “Contemplación para alcanzar amor” [Ej 230] supusieron para él un consuelo
muy especial. La espiritualidad ignaciana de los Ejercicios no dejó de motivar
su apego al Señor a lo largo del camino del martirio. En ellos encontró la
fuerza para afirmar: “Prefiero morir antes que renunciar a mi fe”.

Con este espíritu de cercanía a Cristo, el actual santuario de Ambiatibe acoge a los peregrinos. Hace que vivan el poder de liberación y compromiso de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Todo ello en el contexto cultural malgache, en un entorno básicamente rural, con larga tradición de religiosidad popular. Este estilo sencillo y auténtico, real y realista, de vivir la fe, de rezar, de amar y de esperar en Cristo muerto y resucitado, que fue el de Santiago Berthieu, anima toda la pastoral de este lugar sagrado.
La fuente espiritual de los Ejercicios Espirituales permite actualizar los ritos y las prácticas religiosas. Hace relevante para nuestros días nuestra insistencia en la Palabra de Dios y en el Evangelio, en la centralidad de la Eucaristía, la devoción al Sagrado Corazón, el respeto al matrimonio, la lucha contra toda forma de idolatría y el amor, tanto al prójimo como al enemigo. Son huellas de la herencia espiritual que nos legó el misionero jesuita Santiago Berthieu hace 125 años.
Vea la galería de fotos de la visita del Padre General al Santuario de San Santiago Berthieu: la bendición de los lugares históricos, seguida de la Eucaristía celebrada en el recinto del santuario.