Dominik encontró una fe viva en la parroquia jesuita de Praga

El último día de su visita a la Provincia de Bohemia, el Padre General celebró la Eucaristía en la parroquia jesuita de Praga. A la misa de los miércoles asisten principalmente estudiantes y jóvenes adultos. Después de la Misa, el Padre Sosa tuvo la oportunidad de charlar informalmente con los feligreses. Samuel Privara, el capellán jesuita de la parroquia universitaria, y Pavel Band’ouch, un escolar, animan esta comunidad no sólo a través de la liturgia, sino también a través de la formación ignaciana a la vida espiritual. Y, por supuesto, organizan todo tipo de actividades culturales, recreativas y deportivas adecuadas a su congregación. Al final de esta página encontrará las hermosas fotos que han compartido con nosotros.

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Dominik Štanbera con el Padre General.

El padre Samuel ha pedido a un miembro de la comunidad que nos cuente su itinerario.Dejemos que Dominik Štanbera nos lo relate.

Tengo 29 años y vivo en Praga, República Checa. Actualmente trabajo como gerente en una empresa checa de comercio electrónico, y me voy a casar en el verano de 2024.

Conocí a los jesuitas en la universidad cuando tenía 20 años. Estudiaba Filología Inglesa y asistía a las misas de estudiantes en la parroquia de los jesuitas. Gracias a mi familia, conocí el cristianismo y la fe católica desde mi más tierna infancia. Sin embargo, fue durante el periodo de mayor independencia y libertad durante mis estudios cuando sentí un anhelo profundo de una vida con más sentido. También fue una época en la que sentí un gran deseo de tomar decisiones sobre mi vida por mí mismo, sin la interferencia de nadie, ¡y mucho menos de los jesuitas!

Tuvieron que pasar otros ocho años antes de que volviera a encontrarme con la espiritualidad jesuita. Después de dos años de pandemia de COVID, que pasé más o menos trabajando en el aislamiento de mi casa-oficina, me di cuenta de lo cerrada que se había vuelto mi vida y de que tenía sed de una comunidad de personas con las que pudiera compartir una fe viva en Dios. Pude encontrarla en la parroquia jesuita de Praga y, finalmente, en el programa MAGIS, al que me incorporé como joven profesional a la edad de 28 años.

En aquella época tenía una experiencia limitada del “examen” y de las meditaciones. Me atrajo mucho su capacidad para estructurar y sistematizar mis experiencias espirituales y emocionales, tal vez profundas pero a menudo desordenadas. Sentía un gran deseo de Dios, pero me costaba traducir ese deseo en una práctica significativa y a menudo tenía problemas para persistir en mis esfuerzos.

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Con cada examen y con cada nueva regla ignaciana sobre el discernimiento, brotaba en mí un sentimiento de gratitud y de gracia. Era como si hubiera recibido las herramientas para empezar a transformar la maleza silvestre de mi interior en un jardín fértil. Poco a poco he ido adquiriendo una visión más profunda de mi comportamiento, que me había alejado sistemáticamente de Dios. También le debo la oportunidad de sanar estos patrones de comportamiento y, a su vez, intentar sistemáticamente abrirme y acercarme a Dios.

El programa MAGIS también ha supuesto un gran cambio al compartir mi vida espiritual con otras personas. Antes guardaba el tema de la fe para mí y no dejaba entrar a mucha gente. Pero con nuestro grupo, hemos podido crear un ambiente de confianza y seguridad, que no sólo sana a las personas mismas, sino también las relaciones entre ellas y su relación con Dios. Esta experiencia de confianza y de compartir la fe me ayuda a vivir el sacramento de la reconciliación más abiertamente, sin miedo y de manera más significativa.

Ahora estoy empezando mi segundo año en el programa MAGIS y estoy lleno de estupor por lo que estoy experimentando a través de él y por cómo ha cambiado mi vida. Cada vez me resulta más enriquecedor escuchar a otras personas de nuestro grupo compartir lo que están viviendo y cómo experimentan su relación con Dios. Y creo que esto no se detendrá aquí.

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En su homilía de la “Misa de los estudiantes”, el Padre General comentó el Evangelio del día: el encuentro de Jesús con los diez leprosos. En un contexto secularizado como el de la República Checa, sugirió que todos somos, de un modo u otro, leprosos que pueden acercarse a Jesús con confianza y que están llamados a obedecer sus indicaciones.

“El evangelio de hoy nos habla de un cierto encuentro de Jesús en camino hacia Jerusalén. Un encuentro que tiene lugar o en Samaría o en Galilea, cuyos habitantes eran, para los judíos, sinónimo de infidelidad (Samaría) o de alejamiento de Dios en su vida cotidiana (Galilea). Sin embargo, es allí donde tiene lugar un encuentro muy importante con diez leprosos. Estas personas no sólo son extraños para los judíos, sino también personas marcadas por la muerte que los consume lentamente.

Respetando todas las normas destinadas a evitar contagiar a los demás, los leprosos se detienen a una distancia prudencial de Jesús y le piden misericordia. Jesús, sin embargo, no les cura la lepra. Les dice que vayan y se presenten al sacerdote en Jerusalén. (...) Sólo cuando se ponen en camino, obedientes a la orden de Jesús, quedan limpios de la lepra por el camino. Son curados en el camino. Su súplica es oída en el camino. (...)

Observando este encuentro en el evangelio de hoy, podemos ver que la curación que piden los leprosos sólo se cumple cuando ellos se vuelven obedientes a la palabra de Jesús, cuando emprenden un viaje que ni siquiera podían imaginar. Notemos que Jesús mismo iba a Jerusalén, y que les pidió a los leprosos que hicieran el mismo viaje que él hacía. (...)

Esos leprosos somos todos nosotros, llamados a seguir a Jesús, aunque nos sentimos incapaces de andar por su camino. Pero ¿cómo podríamos hacerlo, si estamos excluidos, siendo leprosos y pecadores como Pedro (Lc 5,8)?

Somos purificados por la obediencia a su palabra, que nos ordena este viaje. En el viaje somos purificados. No es porque seamos justos que podemos seguir a Jesús: la salvación no es una condición, sino una consecuencia del seguimiento. Por eso nosotros, pecadores y perdidos, podemos recorrer la senda de Jesús.”

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Publicado por Communications Office - Editor in Curia Generalizia
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El Servicio de Comunicaciones de la Curia General publica noticias de interés internacional sobre el gobierno central de la Compañía de Jesús y sobre los compromisos de los jesuitas y sus partenarios. También se encarga de las relaciones con los medios de comunicación.

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