Por Carlo Pertusati*

“Amarás al Señor tu Dios... y amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lc 10,27): el tema de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos (SOUC) de 2024 apunta al ADN de la fe cristiana, como se indica en el manual elaborado a partir del material proporcionado por un grupo ecuménico de Burkina Faso, coordinado por la comunidad local de Chemin Neuf. A través de estas pocas líneas, queda claro que el proceso que lleva a la elección del tema y el material para la SOUC implica pasos, cada uno de los cuales tiene un significado que intentaremos explicar.

Un poco de historia

La SOUC deriva del Octavario de oración por la unidad de los cristianos introducido por Paul Wattson, un ministro episcopaliano que más tarde se hizo católico. Eligió las fechas situándolas entre dos fiestas litúrgicas relacionadas con los apóstoles: el 18 de enero conmemoraba la cátedra de San Pedro en Antioquía y el 25, como hoy, la conversión de San Pablo. Se trataba de una iniciativa interna de la Iglesia católica, relanzada en 1925 por el abate Paul Couturier.

Desde 1975, se encarga de ello una organización local, que somete los textos a la comisión preparatoria de la semana anual, que los examina aproximadamente un año y medio antes de la SOUC, reuniéndose durante unos días en un lugar significativo (por ejemplo Bossey, Grandchamp, Taizé). El pasado mes de septiembre, la comisión preparatoria de la SOUC de 2025 se reunió en Bose, Italia: se confió a las hermanas y hermanos de la comunidad monástica la redacción de los textos, con referencia al tema “¿Crees esto?” (Jn 11,26) y al símbolo de Nicea, 1.700 años después del primer concilio ecuménico de la historia.

Desde 2004, el material se elabora en inglés y francés, y luego lo publican las entidades nacionales o internacionales. Así, llegamos al nivel de las realidades locales. En Italia, por ejemplo, el subsidio es traducido y enriquecido por el Centro Pro Unione di Roma (de los Franciscanos de la Expiación) y publicado en colaboración con Paoline Editoriale Libri. Este año la introducción ha corrido a cargo del Consejo Regional de las Iglesias de Campania. Los pasos siguientes son los de las diócesis, parroquias, asociaciones, comunidades, monasterios y grupos espontáneos, impulsados por los organismos ecuménicos locales. Estas entidades organizan los encuentros, que deben surgir y no sólo realizarse en modo ecuménico.

La Semana de 2024

Volviendo al tema de este año, el versículo/título está tomado del pasaje evangélico del Buen Samaritano (Lc 10, 25-37), leído por el grupo local de Burkina Faso a la luz de la dramática situación que vive el país: a la condición de extrema pobreza se suma una grave crisis que amenaza la seguridad de las personas y de la sociedad, tras un grave atentado yihadista en 2016. Muchas iglesias han sido y son objeto de ataques armados, con el resultado de muertes y secuestros.

Crece el diálogo entre cristianos y musulmanes (26% y 64% de la población respectivamente) y el diálogo ecuménico (20% católicos y 6% protestantes). Algunos Padres de la Iglesia vieron en el hombre que desciende de Jerusalén a Jericó la imagen de Adán (la humanidad) que desciende del cielo a la tierra. Es atacado por ladrones, los poderes terrenales, pero salvado por el Buen Samaritano, imagen de Cristo, que cura sus heridas y lo deja en la posada de la Iglesia, a la espera de su regreso (la parusía).

Los cristianos de Burkina Faso, que prepararon el material para la SOUC, dan testimonio de su compromiso en la búsqueda de la paz y la reconciliación, que sólo pueden venir del amor. La posada de la Iglesia es también el lugar donde Dios quiere dar unidad a su pueblo. En este sentido, una iniciativa importante ha sido la traducción del texto ecuménico francés de la Biblia a las lenguas locales, para poder leer, rezar y compartir la Palabra entre cristianos de diferentes etnias, a menudo divididos incluso teológicamente, como judíos y samaritanos en tiempos de Jesús.

En el subsidio se citan dos proverbios tradicionales africanos para subrayar, por una parte, la importancia de no engañarse sobre los resultados ya obtenidos: “El árbol no debe ocultar el bosque”; por otra, no hay que perder la esperanza y seguir trabajando por la pacificación: “Por dura y larga que sea la lucha, llegará el momento de la reconciliación”.

Cada año se propone un signo para las celebraciones ecuménicas: para 2024 se invita a un representante de la comunidad anfitriona del encuentro a ofrecer agua colocada en una calabaza a los representantes de las demás Iglesias, imitando el gesto realizado por Abraham ante los robles de Mamré. En Burkina Faso, la calabaza vaciada y seca se utiliza como recipiente para la comida y la bebida, y cuando llega un invitado, se le ofrece agua para que se refresque antes de conversar sobre el motivo de la visita.

Tras siglos de divisiones, el movimiento ecuménico responde con iniciativas de diversa índole y a distintos niveles, y no debemos olvidar que cada persona, en su propia realidad, puede contribuir a la causa de la unidad de los cristianos con gestos cotidianos de hospitalidad, confianza, reconciliación, colaboración...

*Carlo Pertusati es miembro fundador de la Asociación Italiana de Profesores de Ecumenismo. Entre sus publicaciones: “Scambio di doni. L'ecumenismo dei martiri e dei santi” (Intercambio de dones. El ecumenismo de los mártires y los santos) y “50 piccole storie di Chiese divise in cerca di unità” (50 pequeñas historias de Iglesias divididas en busca de la unidad).

Descargue los textos para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2024