El domingo 31 de mayo, la Iglesia universal celebrará la fiesta de Pentecostés. El Espíritu Santo no sólo transforma la vida de los discípulos en apóstoles, sino que hace nacer la Iglesia y la envía a todas las naciones, superando las divisiones de lengua, raza, clase. El Espíritu nos reúne, cualquiera que sea nuestro estado o condición, en la nueva comunidad de Cristo. Nuestras vidas y nuestro mundo son restaurados y renovados.

En estos últimos meses todos hemos experimentado la devastación de la CoVid-19. Ha demostrado lo vulnerables que somos, lo precarios que son nuestros sistemas y lo limitados que son nuestros recursos. También hemos visto la gran generosidad y coraje que puede llenar el corazón humano, ya que muchos arriesgan su propia vida y salvan las vidas de otros. Incluso en los pequeños actos de bondad, generosidad y consideración vislumbramos algo más grande de lo que habíamos pensado. Estos momentos son las "epifanías del Espíritu"; las velas de amor que iluminan la oscuridad y nos guían hacia la esperanza.

¿Qué mejor manera de buscar el don y el poder del Espíritu Santo que como una comunidad mundial de oración?

Con más de 15.000 jesuitas e innumerables colaboradores laicos, la familia ignaciana se extiende por todo el mundo en una hermosa diversidad. Qué apropiado, entonces, que esta familia rece junta para Pentecostés, cuando personas de muchas naciones y lenguas se unieron en la oración.

Nunca antes hemos intentado algo así. Hay desafíos logísticos. ¿Cómo se puede hacer una vigilia la noche antes de Pentecostés cuando la "noche" en una parte del globo es "día" en otra parte? ¡La familia Ignaciana está en casi todos los husos horarios! Hemos decidido hacer la vigilia en tres momentos: 8:00 PM en Manila, 8:00 PM en Roma, y 8:00 PM en Nueva York.

La Curia General de Roma transmitirá la vigilia en YouTube, Facebook, y Twitter. El contenido de la vigilia será el mismo cada vez, pero habrá una conversación en vivo y un intercambio de intenciones de oración en los medios sociales durante la vigilia.

Por favor, únanse a nosotros en la vigilia de este sábado por la noche. Traigan sus intenciones de oración y una vela.

Pueden encontrar más información en pentecost.jesuits.global.

Juntos, para mayor gloria de Dios, damos la bienvenida al Espíritu Santo. ¡Veni sancte Spiritus!