El 3 de marzo de este año, la Provincia de Patna, en el norte de la India, concluye las celebraciones de su centenario. En 1919, el Papa Benedicto XV erigió la diócesis de Patna y la confió a los jesuitas. Pero esta decisión no se materializó hasta marzo de 1921, con la llegada a Patna de un grupo de cinco jesuitas de Estados Unidos. Han sucedido muchas cosas en los últimos 100 años. Si recordamos que los obispos de la diócesis, que luego se convirtió en archidiócesis, han sido siempre jesuitas, quizá haya que insistir especialmente en la colaboración establecida entre los jesuitas y varias congregaciones religiosas femeninas. Además, el primer obispo, monseñor Louis Van Hoeck, SJ, fundó la congregación diocesana de las Sisters of the Sacred Heart. La cooperación ha sido una de las claves del desarrollo apostólico en la región.

Los jesuitas de Patna, al revisar sus archivos, descubren tres momentos de prueba... que también resultaron ser tiempos de gracia y bendición.

• El terremoto que asoló el Bihar y el Nepal en 1934. A pesar de la desolación, la labor de acompañamiento y reconstrucción realizada por la Iglesia ha permitido superar las barreras de las castas y de la religión. Los habitantes del Bihar experimentaron la compasión de Jesús manifestada por los misioneros, hombres y mujeres.

• En el contexto de la lucha por la independencia de la India, en torno a 1936, los jesuitas dieron voz a las aspiraciones de los sectores marginados y oprimidos de la sociedad india, como los “intocables” y los “adivasis”. Su compromiso a favor de los pobres abrió amplios territorios a la evangelización.

• Durante la sequía de 1965-1967, las poblaciones rurales hambrientas experimentaron con gratitud la compasión de la Iglesia expresada en la distribución de alimentos, pero, eso sí, puesta en marcha a través de programas de “alimentos por trabajo”, lo cual permitió la construcción de carreteras, la excavación de pozos y la construcción de escuelas. Gracias a los misioneros y sus colaboradores, los pobres realizaron una experiencia de socorro.

Al final de estos 100 años de presencia en Patna, los jesuitas agradecen al Señor las tres formas de bendición de las que han disfrutado:

• A nivel organizativo, el Señor ha bendecido el crecimiento de la diócesis y de la Provincia y la amplitud de los servicios de las distintas congregaciones religiosas.

• A nivel del carácter misionero de la Iglesia, las Sisters of the Sacred Heart, fundadas por un obispo jesuita, gozan en la región de numerosas vocaciones, tanto de hombres como de mujeres, y han salido misioneros, sobre todo del Bihar, hacia muchos otros territorios.

• A nivel del Pueblo de Dios, la misión con los Dalits del Bihar ha florecido. Los cambios introducidos en sus condiciones de vida gracias a la atención pastoral, la educación y los servicios médicos y sociales han contribuido a una importante transformación del tejido social del Bihar.

Por la historia de cien años de estas bendiciones que continúan hasta hoy, la Provincia de Patna da gracias.