10 años de Francisco: Él también es mi Papa
El P. Patrick Mulemi, de Lusaka, Zambia, es el primer jesuita que ofrece sus reflexiones sobre el papado de Francisco en nuestra serie “10 años de Francisco”.
Es 13 de marzo del 2013. Soy párroco en Matero, un extenso barrio pobre de Lusaka, la capital de Zambia. A más de 10.000 kilómetros, en Roma, los cardenales están en cónclave.
Acabo de celebrar la misa vespertina y estoy charlando con los feligreses a la salida de la iglesia. De repente, alguien grita: “¡Tenemos un nuevo Papa!”. Corro al presbiterio, enciendo la televisión y... “¡es un jesuita!”. ¿Un jesuita? ¿Qué significa esto para la Iglesia y la Compañía de Jesús? No me lo esperaba.
Ha elegido el nombre de Francisco, se anuncia. Mi primer pensamiento es “El pobre de Asís”. Y estoy en lo cierto. Quizá sea porque vivo y trabajo en un barrio pobre. Después de la Misa del día siguiente, tras haber mencionado por primera vez a “Francisco, nuestro Papa” en la plegaria eucarística, una anciana se me acercó después de la Misa y sonriendo me dijo: “Él también es mi Papa”. Supe en ese momento que el Espíritu Santo había hablado.
Más tarde me encontraría con el Papa Francisco en varias ocasiones cuando trabajé en Roma. Un jesuita, de nombre franciscano, con hábito dominico. Un Papa para todos. El regalo de Dios a la Iglesia. Es el Papa que la Iglesia necesitaba en estos momentos.
Patrick Mulemi, SJ
Lusaka - Zambia