10 años de Francisco: Invitándonos a ser discípulos adultos
El P. Jorge Serrano, SJ es un jesuita colombiano que sirvió en la Curia de Roma durante más de una década. Su testimonio es la reflexión personal de hoy sobre el papado del Papa Francisco.
Recordando lo que ha sido para mí este ministerio de mi tocayo, que quiso llamarse como el pobre de Asís, para ejercer su servicio a la Iglesia y al mundo, encuentro que la gran novedad de su ministerio no está en sus posiciones frente a los temas que sacuden a la humanidad de este siglo XXI: Escalamiento de la guerra a nivel nuclear, hambrunas, matrimonio de parejas LGBTQ+, PróVida, migrantes, abuso de menores y personas vulnerables, cuidado del planeta o cualquier otro de los asuntos que ocupan las primeras páginas de noticieros, y redes sociales.
Sus planeamientos sí han generado polémica y han abierto espacio para conversar sobre temas de los que se hablaba en la sombra. Pero esto no es lo que hace importante el magisterio del Papa. El gran aporte de Francisco a toda la humanidad y no solo a los católicos, es su invitación a asumir un comportamiento de adultos. A dejar atrás el infantilismo en el que nos hemos refugiado para no ser responsables de nuestras actuaciones. A decir "Basta" a aquellos remedos de líderes que nos imponen valores, y caminos para recorrer en la economía, en la política o en la espiritualidad.
El centro de su ministerio se ha centrado en su llamado a que cada creyente entable una relación íntima con el Señor Jesús, que hable con Él “como un amigo habla con su amigo”.
Eso es una verdadera revolución.