El P. Ramesh Vanan, SJ, es un jesuita indio que trabaja actualmente en Guyana. Él es el sujeto de hoy para nuestra serie.

MAGIS es un valor ignaciano que he abrazado voluntariamente y que llevo dentro. Se ha convertido en una parte integral de mí y de mi vida diaria, que a su vez me lleva a servir a Nuestro Señor y a Su pueblo en Guyana. El papado del Papa Francisco me ha hecho apreciar y me ha ayudado a tejer la esencia de este mismo MAGIS en una dimensión diferente: mantener las cosas sencillas, reconocer que nadie es más grande que nuestro Creador, no juzgar, pedir perdón, expresarme con sencillez, abrazar la espiritualidad en las cosas más pequeñas, oler como las ovejas, preocuparse por el bien común de todos, mantener abiertas las puertas de la Iglesia, acordarse de los pobres, abrazar la diversidad de las personas, estar presente en la realidad del mundo y, sobre todo, comprometerse con las necesidades de la gente.

Agradezco que, a través de su fe y su acción, el Papa Francisco me haya inspirado en mi ministerio. La forma en que la Iglesia en Guyana se ha comprometido a querer contribuir al crecimiento de la Iglesia universal es un gran ejemplo. Esto puede comprobarse a través del mensaje que el Papa Francisco regala a los fieles de todo el mundo, y específicamente en Guyana. Una y otra vez subraya la importancia de que la Iglesia escuche a su pueblo y responda como Cristo a sus llamadas. Ellos escuchan su mensaje, y éste ha desatado en ellos una fuerza de fe. Un anciano participante en una sesión de audiencias para el Sínodo dijo: “Por favor, dígale a Papa Francisco que coma bien y descanse bien para que esté lo suficientemente sano como para seguir dirigiendo la Iglesia”.

La delicadeza de espíritu del Papa Francisco ha conmovido a la gente sencilla que habita las zonas más remotas de la cuenca del Amazonas. Como tal, la gente siente que la Iglesia les escucha y se preocupa por ellos y por su crecimiento espiritual. Espero y rezo en el 10º aniversario de su papado para que Dios le bendiga y le conceda las gracias suficientes para guiar a nuestra Madre Iglesia en estos tiempos contemporáneos.