El 22 de marzo, un juez de Mumbai negó la petición de los abogados del P. Stan Swamy para que se concediera la libertad bajo fianza -con condiciones- a este anciano jesuita que está en prisión desde el 8 de octubre del año pasado. Está acusado de participar en actos de violencia contra el Estado indio.

Esta es otra fecha "negra" en la saga judicial del anciano jesuita. La Agencia Nacional de Investigación (NIA) - la agencia que detuvo al P. Swamy - se opuso a su libertad bajo fianza debido a la gravedad de las acusaciones. Así concluye este "capítulo" en un tribunal especial de la NIA, un tribunal de primera instancia. Ahora los abogados del P. Stan pueden presentar el caso ante un tribunal superior, no vinculado a la NIA. Recordemos algunos de los hechos y el apoyo que ha recibido el P. Stan.

De hecho, el padre Stan y las otras 15 personas que fueron detenidas en relación con esos acontecimientos son activistas de derechos humanos, en particular de los derechos de los Dalits, los grupos indígenas y otros grupos de personas pobres de la India. Estas personas comprometidas utilizan instrumentos legales y no violentos para exigir mejores condiciones de vida y el respeto de los más pobres. Son los valores del evangelio los que los animan.

La Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha sido informada de la injusticia del encarcelamiento del Padre Swamy y sus compañeros. Pidió al Gobierno de la India que cumpliera sus obligaciones en virtud del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Pero las autoridades indias están haciendo oídos sordos. Así, la Conferencia Jesuita de Asia Meridional (JCSA) y el Secretariado de Justicia Social y Ecología de la Curia General han unido sus fuerzas para elaborar el nuevo planteamiento ante las Naciones Unidas. Se espera que se ejerza presión una vez más sobre las autoridades judiciales de la India. Se ha organizado una petición en línea y se ha enviado a la Oficina del Alto Comisionado.